Los extranjeros son un recurso para la economía pero más entradas no convencen


Ante la escasez de mano de obra y empresas que cada vez tienen más dificultades para encontrar trabajadores, el Gobierno está dispuesto a lanzar nuevos decretos de flujo para la contratación regular de mano de obra extracomunitaria. Sin embargo, la mayoría de los italianos no ve con buenos ojos este camino: el 55 % de la muestra entrevistada por Noto Sondaggi cree que ya hay demasiados inmigrantes y que no debería haber nuevas llegadas a través de los decretos de flujo. La oposición está más extendida en el Nordeste (71%) y entre los ancianos (59% frente al 44% de los jóvenes).

Inmigrantes estratégicos en la construcción y la agricultura

Y esta oposición surge a pesar de la conciencia generalizada sobre la importancia del trabajo inmigrante en algunos sectores productivos. En la construcción y la agricultura, la mano de obra extranjera es considerada fundamental por más del 70% de la muestra, con picos del 80% en las regiones centrales. En limpieza y servicios personales, del 68-69 por ciento. Algo menos en comercio y turismo (39-41%).

De hecho, casi la mitad de los italianos (48 %) está convencida de que la presencia de inmigrantes es una ventaja para la economía nacional: los ancianos lo son especialmente (52 % frente al 39 % de los jóvenes), probablemente debido al papel que desempeñan los extranjeros en la vida personal. servicios (cuidadores, limpieza, etc.).

Percepción errónea de la opinión de las condiciones de llegada

Parecen surgir, pues, dos actitudes diferentes: más favorables hacia los extranjeros ya presentes en nuestro país (unos seis millones según la Fundación Ismu) y más cerradas hacia los que aún podrían llegar. Esta “hostilidad” muy probablemente esté influenciada por la percepción equivocada de cómo se dan las llegadas a nuestro país. De hecho, el 30% de los entrevistados piensa que más del 50% de las entradas se realizan por desembarque, y para otro 33% el porcentaje de llegadas por mar oscila entre el 20 y el 50 por ciento.

En realidad, en los últimos diez años (de 2013 a 2022), según datos del Ministerio del Interior, han entrado en nuestro país a través de desembarcos unos 900.000 inmigrantes que, aunque se hubieran quedado todos en territorio italiano (y muchos en cambio llegan la Italia con el objetivo de trasladarse a otros países europeos), representaría en todo caso no más del 15% de los extranjeros presentes en nuestro país. También porque el 40% de los seis millones de inmigrantes que viven en Italia proceden de países de la Unión Europea.



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