Los deshollinadores mueren en el trabajo y los chapuceros se benefician


Los deshollinadores están tan ocupados que a veces incluso introducen una parada para los clientes. Al mismo tiempo, también aumentan las denuncias de chapuceros que presentan billetes de cientos de euros.

La presión sobre los deshollinadores se debe a que la venta de estufas de leña ha aumentado enormemente debido a la crisis energética. Según Gert Kooij, de Nederlandse Haarden-en Kachelbranche (NHK), la locura ya ha desaparecido, pero todavía hay empresas con una cartera de pedidos llena hasta finales de este año o más. El año pasado se vendieron aproximadamente 32.000 estufas, un 50 por ciento más que en 2021.

Asegurador

Las chimeneas de todas esas estufas necesitan un barrido anual. Este es casi siempre un requisito del asegurador para evitar incendios en la chimenea. Al quemarse, quedan depósitos en el interior de la chimenea y, especialmente en estufas antiguas y al quemar leña húmeda, madera de coníferas u otros materiales combustibles defectuosos, se puede formar una gruesa capa de combustible que puede provocar un incendio en la chimenea y, posteriormente, en la casa.

Dicen que barrer cuesta 40 euros y cuando terminan dicen que son 40 euros el metro

John Schouten

«Normalmente el verano es una época muy tranquila para los deshollinadores, pero ahora hay tanta actividad que algunos de nuestros 140 miembros sólo limpian a los clientes habituales. A menudo trabajan por cuenta propia y no se puede hacer más de lo que se puede hacer en un día», afirma Johan Schouten, de la Asociación General de Deshollinadores (ASPB).

La escasez también es conocida por los estafadores, las marcas del sector de las estufas y los deshollinadores. Schouten: «Hay muchos errores en el mercado, últimamente recibimos cada vez más quejas al respecto». Deshollinadores que, por ejemplo, pagan por metro. Luego dicen que cuesta 40 euros y en letra pequeña dice que son 40 euros el metro y sin IVA. Con un canal de humo de siete metros, se convierte en un barrido muy caro. Un deshollinador suele costar entre 50 y 75 euros.

Reseñas

Los barrenderos deshonestos parecen empresas fiables en Internet. Llama la atención que no se haga clic en las llamadas reseñas que los consumidores habrían colocado en Google. Tampoco hay datos de dirección ni número de la Cámara de Comercio de las empresas en los sitios web. Los sitios también suelen ser idénticos en términos de estructura, sólo que con un nombre diferente.

«Son principalmente las personas mayores las que caen en la trampa», afirma Kooij. En los sitios de denuncia se cuentan historias de personas que en ocasiones recibieron una factura de 500 euros por un simple barrido. “Es difícil abordarlo legalmente, porque en la letra pequeña dice que cobran 40 euros por metro. Queremos presentar una queja al comité del código de publicidad de la ASPB. Porque es engañoso por decir lo menos.»

Aconseja preguntar a familiares, conocidos o vecinos que tengan estufa quién es su deshollinador. «Y ver si está afiliado a la ASPB».



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