Los delitos de odio van en aumento, falta normativa de protección


Insultos en la calle, solicitaciones online y violencia física. O incluso discriminación sanitaria y laboral, amenazas y vandalismo en las oficinas de las asociaciones. Estos son sólo algunos de los crímenes de odio cometidos contra personas LGBTQ+ en Italia. Sólo en los últimos 12 meses, según el informe anual publicado por Arcigay con motivo del Día Mundial contra la Homotransfobia (17 de mayo), se registraron 149 casos (frente a 133 en 2023).

Su número crece de año en año, al igual que su intensidad. Sin embargo, la mayoría de los incidentes no se denuncian y, aun cuando esto sucede, resulta difícil proteger a las víctimas. De hecho, en Italia no existe una ley específica que permita perseguir los actos de homotransfobia y el conocimiento del fenómeno es aún limitado.

Dos años y medio después del rechazo del llamado «proyecto de ley Zan», que preveía una modificación del artículo 604-bis del Código Penal y la ampliación de la ley Mancino (decreto ley de 26 de abril de 1993, n. 122 ) también a actos discriminatorios por razón «de sexo, género, orientación sexual, identidad de género y discapacidad», nuestro país aún no cuenta con una ley al respecto. Sin embargo, leyes similares han estado en vigor durante años en once países de la Unión Europea y, si miramos al Consejo de Europa, el número aumenta a 20. En algunos estados, como Noruega y Suecia, tales reglas han existido desde el Década de 1980.

En Italia, sin embargo, los avances son lentos: una señal positiva parecía haber llegado el pasado 7 de mayo, con la adhesión del gobierno a la declaración contra la homofobia, la transfobia y la bifobia del Servicio de Acción Exterior de la UE y de los 27. A la que, sin embargo, ¿Acaso no se ha ratificado el mismo compromiso en Bruselas sólo diez días después?

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«Italia sigue siendo el último gran país occidental que no tiene una ley contra los crímenes de odio basados ​​en la orientación sexual, el género, la identidad de género o la discapacidad de las víctimas», afirma el Excmo. Alessandro Zan, que volvió a presentar el proyecto de ley en octubre de 2022 (C 401) luego asignado a la Comisión de Justicia, y concluye: «Se trata ahora de un retraso de diez años, que pesa sobre la carne viva de las personas, ahora agravado por palabras de Odio que muchas veces provengan de las instituciones y de una verdadera cruzada del gobierno Meloni contra la ciudadanía LGBTQ+».



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