Cada vez más fábricas de papel italianas se paralizan porque los costes del gas superan los ingresos.
“Si el pasado mes de diciembre las papeleras italianas pagaban cinco veces más el gas natural, con el que producen electricidad para el funcionamiento de las plantas, estos días el coste es de media décuplo, con puntas de quince veces más», explica Lorenzo Poli, presidente de Assocarta. “Hemos resistido, incluso produciendo a pérdida, pero estos días cada vez más fábricas de papel se paralizan y reducen su actividad. La pandemia no nos ha detenido, se está produciendo un choque energético, tras la actual situación de crisis entre Ucrania y Rusia»Agrega Poli.
En Italia hay unas 150 plantas que produjeron más de 9,6 millones de toneladas en 2021 (+12,5% sobre 2020) generando una facturación de 8.180 millones, un 28,6% más que en 2020. Incremento que refleja el intento de recuperar al menos una parte de la enorme incrementos en materias primas fibrosas y gas, energía y transporte. “Las papeleras italianas se miden solo con el peso de la factura del gas en la facturación aumentada en un 400% solo en 2021/2020, pero desde principios de 2022 la cifra ha empeorado mucho”, dice Poli.
Hasta la fecha, las paradas y reducciones de producción también dependen del tipo de papel producido y del mercado de referencia. «En cuanto a lo que, nos parece, se ha decidido en Europa, valoramos las actuaciones sobre la necesidad de almacenamiento conjunto de gas y la diversificación de fuentes que tendrán impactos estructurales a medio plazo, contenidas en el proyecto de Acción Europea Conjunta documento. Sin embargo, deben tomarse medidas compensatorias inmediatas por los aumentos en los costos de la energía a favor de las empresas intensivas en energía, también previstas por la Acción Europea Conjunta. Por ejemplo, medidas inmediatas capaces de “anticipar” los beneficios del almacenamiento compartido y la diversificación de suministros a las empresas, además de suspensión del mercado de CO2“.
Con las papeleras se bloquea toda la cadena de suministro para la producción de embalajes, papeles sanitarios, papeles médicos, papeles gráficos para publicación e información, así como la economía circular y el reciclaje de papel. Algunos ejemplos. La papelera de Villa Lagarina en Trentino ha suspendido la producción. El propietario, Pro-Gest, también tomó la misma decisión para las otras plantas: Camposampiero en el área de Padua, Mesola en la provincia de Ferrara, Tolentino en el área de Macerata, Mantua y Capannori en la provincia de Lucca. Sin despidos, el holding hace saber que está “comprometido a encontrar una solución lo más rápido posible”.
En la base de la medida, el aumento de los costos de energía, materias primas y transporte. «Factores que impiden que el coste de producción se mantenga dentro de los límites permitidos por el mantenimiento del equilibrio financiero global -señaló la empresa-. El papel, que se vende a unos 680 euros la tonelada, requiere hoy sólo 750 euros de gasto energético, netos de las importantes inversiones realizadas en los últimos años que permiten a la empresa disponer de un parque de máquinas de última generación y fábricas seguras”.