El nuevo técnico rossoneri ilustró bastante bien los pilares de sus ideas. Partiendo de la actitud y la conciencia de tener que reconquistar a la afición con victorias
Tranquilo pero absolutamente firme. Emocionado pero definitivamente convencido. Equilibrado pero muy ambicioso. Las sensaciones que transmite el día 1 de Paulo Fonseca son bastante cómodas para quienes han podido verle en acción. Paulo aclaró primero con palabras, en Casa Milán, qué espera de la nueva aventura y hacia dónde quiere llevar al Diablo. Y luego en Milanello llegó al primer día de trabajo con la cabeza gacha. Entrenamiento real, intenso y lleno de instrucciones, no el habitual paseo/pasarela que se ve en estas ocasiones a favor de las cámaras. Entre los diversos temas abordados primero de palabra y luego parcialmente en el terreno, hemos aislado cinco. El “pentálogo” de Fonseca.
fase defensiva
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Inevitablemente partimos de aquí, aunque luego subraya que “la prioridad es el atacante”. Sin embargo, Paulo también explica que “la primera parte del trabajo”, en la que empezará a centrarse en Milanello, es “la fase defensiva”. El portugués se mostró satisfecho con la posibilidad de disponer, obviamente, del mercado de fichajes, de todos los defensores disponibles excepto Hernández. Partimos, por tanto, de la fase de no posesión y de una defensa que la temporada pasada fue el punto débil, muy débil del equipo. Una galería interminable de errores, y a menudo de horrores, que abrió de par en par la puerta rossoneri, permitiendo a los adversarios goles simples y sin antídoto alguno. Fonseca explicó que no encontró problemas de calidad en los individuales: “Tenemos buenos defensores, no veo un problema individual, necesitamos mejorar colectivamente”. Entre sus misiones, sin embargo, está la de devolver a los jugadores a un nivel de atención adecuado al contexto, porque todos, a su vez, han cometido errores, incluso de carácter individual. El manifiesto programático del técnico: defender más lejos de la propia portería.
fase ofensiva
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Este último concepto introduce perfectamente la fase ofensiva. Porque aprender a defender veinte metros más arriba supone una mayor eficacia en ataque: hay menos campo que cubrir, los adversarios tienen menos tiempo para remediarse y reorganizarse. En definitiva, “volver a casa”, como diría Spalletti. Fonseca imagina – y por otro lado esta es una de las razones por las que el club lo eligió – un Milan “dominante”, porque el Milan “tiene una historia de fútbol de ataque”. Adjetivos utilizados por Paulo, además de dominante, en su equipo: valiente, ofensivo, reactivo, que no deja pensando a los rivales, con una fuerte identidad. La calidad del juego es importante para mí”, explica. El punto de apoyo de su fase de ataque es el empuje de los laterales combinado con los medios espacios que los centrocampistas ofensivos externos tendrán que ocupar como parte del 4-2. 3-1.
actitud
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El verdadero Milán Piolian estaba bien definido para nosotros. Movimientos memorizados, que llevaban a varios hombres por encima de la línea de la pelota, es decir, múltiples posibilidades de entrar al hoyo. Había un Milán que llamaba a la puerta de las áreas contrarias, y los defensores nunca supieron qué jugador dispararía a portería. Todo ello, cuando está en pleno funcionamiento, genera autoestima, confianza en uno mismo y piernas ligeras, porque la cabeza ya sabe qué hacer.
ambiciones
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Fonseca, en la larga charla de presentación, nunca se escondió. No se dedicó a la retórica ni utilizó la diplomacia para explicar los objetivos básicos. Se puso de cara, bajo su propia responsabilidad si lamentablemente las cosas no salían como debía. Después de una temporada en la que la evolución del Inter ha multiplicado por cien el sufrimiento del mundo rossoneri, y en el contexto de un mercado que hasta ahora no ha aportado nada nuevo, Paulo podría haber dicho cosas genéricas como “el Milán es un gran club llamado a ganar”. En cambio, subrayó enérgicamente sus expectativas e intenciones: “Acabo de ver el museo, he visto la historia de Milán y tengo una gran ambición de ser parte de esta historia. Estoy aquí para ganar y tengo mucha confianza en Este respeto, consciente de las responsabilidades que esto conlleva, quiero que la afición esté orgullosa de este equipo”.
lesiones
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Junto a la fase defensiva, el otro gran punto doloroso del año pasado. Una temporada que acabó con 47 pruebas (32 de ellas musculares) en las que participaron 24 jugadores diferentes. Una masacre. Ibra tranquilizó explicando que no sólo el entrenador está trabajando en el tema, sino también el club: “Creemos que hemos encontrado el camino correcto”, afirmó Zlatan. Fonseca añadió: “Hemos empezado a hablar con Milan Lab sobre prevención. Estoy seguro de que no tendremos mayores problemas”. También porque hacerlo peor sería difícil.
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