El objetivo es generar al menos el 25 por ciento de toda la electricidad que necesitan los británicos a partir de la energía nuclear para 2050. Para 2030, el Reino Unido tiene como objetivo generar 50 gigavatios de electricidad a partir de turbinas eólicas, lo que debería ser suficiente para alimentar a todos los hogares del país. Este otoño, el Reino Unido comenzará a adjudicar nuevos proyectos para perforar petróleo y gas en el Mar del Norte.
El gobierno del primer ministro Boris Johnson espera que los planes reduzcan las facturas de energía de los británicos al hacer que los precios dependan menos de los mercados internacionales. El gobierno apunta a la crisis con los altos precios del gas y la electricidad. En la segunda mitad de 2021, muchas compañías energéticas británicas quebraron debido al aumento de los precios del gas como resultado de la escasez. La guerra entre Ucrania y Rusia provocó nuevos máximos históricos en los precios del gas.
Debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, muchos países se están replanteando la importación de energía de países a los que no apoyan políticamente. Por ejemplo, el llamado a boicotear el gas ruso es cada vez más fuerte, pero la Unión Europea no quiere hacerlo todavía, porque muchos países obtienen la mayor parte de su gas de Rusia.
La nueva estrategia energética también ha sido criticada. Por ejemplo, se prestaría muy poca atención a un mejor aislamiento de los hogares y otras medidas de ahorro de energía, que también tienen beneficios económicos para los británicos. Según el director del grupo energético británico E.ON, “eso está obligando a miles de clientes a vivir en casas frías y con corrientes de aire, desperdiciando energía y pagando más de lo necesario por su calefacción”.