Los berlineses instalan hogares infantiles para familias ucranianas


Alina Cushnirik (32) solía ser maestra en Ucrania, ahora es educadora en el club infantil. Aquí con los niños Anton 12 y Maria 4 de Chernowtsi Foto: Ralf Gunther

Por Sara Orlos Fernández

Para el proyecto del corazón, Alexandra Melendez (32) renunció a su trabajo como editora después de diez años. Junto con su amiga Maria Köster (43), le gustaría apoyar a las familias de refugiados en el centro familiar en el futuro.

Desde noviembre, los fundadores han convertido las habitaciones de la antigua sucursal de Matratzen Concord en Bundesallee en un paraíso para niños. Poco antes de la inauguración del sábado, todavía se estaba colocando el suelo laminado.

Nano’s Kidsclub no es una guardería ordinaria.

Afortunadamente, Nano's Kidsclub ha recibido muchas donaciones privadas y de guarderías.

Afortunadamente, Nano’s Kidsclub ha recibido muchas donaciones privadas y de guarderías. Foto: Ralf Gunther

El concepto: Las madres ucranianas pueden reservar el cuidado de niños durante dos horas al día de forma gratuita, mientras reciben ayuda para encontrar trabajo, vivienda e idioma en el área de los padres.

Además, debe haber ayuda psicológica y cursos de yoga. Mientras tanto, cinco maestros de Ucrania cuidan a 20 niños por ventana de cuidado.

Los niños son atendidos dos horas al día de forma gratuita y pueden jugar

Los niños son atendidos dos horas al día de forma gratuita y pueden jugar Foto: Ralf Gunther

Los berlineses cuentan con el apoyo de la Fundación Hasso Plattner. «Si lo hubiéramos hecho a través de las autoridades públicas, probablemente habríamos tardado cinco años», dice Köster (43).

Alexandra Melendez (izquierda) y Maria Köster fundaron juntas Nano's Kidsclub, donde cuidan a los niños ucranianos y quieren asesorar a sus padres.

Alexandra Melendez (izquierda) y Maria Köster fundaron juntas Nano’s Kidsclub, donde cuidan a los niños ucranianos y quieren asesorar a sus padres. Foto: Ralf Gunther

Los amigos han estado comprometidos con Ucrania desde el comienzo de la guerra y fundaron un punto de recolección de donaciones después del estallido de la guerra, del que aún se ocupan hoy. De ahí surgió la idea del Nanos Kidsclub.

“Estamos constantemente en contacto con las madres ucranianas. La demanda de un lugar como este es enorme. Por eso lo creamos”, dice Meléndez.

Asignaturas:

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