Los beneficios de Toshiba caen un 90% tras la renuncia de un alto ejecutivo


Las ganancias operativas trimestrales de Toshiba cayeron casi un 90 por ciento, ya que la agitación en el conglomerado industrial japonés plagado de escándalos se profundizó con la renuncia de un alto ejecutivo por gastos indebidos de entretenimiento.

Los resultados decepcionantes, muy por debajo de las previsiones de los analistas, se producen cuando Toshiba considera una propuesta de compra por valor de 15.000 millones de dólares de un consorcio liderado por una firma japonesa de capital privado, en lo que sería el acuerdo de adquisición privada más grande del país.

El director de operaciones de Toshiba, Goro Yanase, renunció después de que los auditores descubrieran que había presentado repetidamente los gastos de entretenimiento sin informar los nombres de los asistentes, en violación de las reglas de la compañía. La supuesta mala conducta tuvo lugar cuando era miembro del directorio de una subsidiaria en 2019, antes de su nombramiento como director de operaciones.

La empresa registró un beneficio operativo de 5.300 millones de yenes (40,1 millones de dólares) en el trimestre de octubre a diciembre, muy por debajo de la estimación general de 38.000 millones de yenes, según S&P Global Market Intelligence.

Su negocio de discos duros se vio afectado por un drástico debilitamiento de la demanda, ya que los fabricantes y las empresas redujeron el gasto ante la recesión. El conglomerado también registró un cargo por deterioro de 10.200 millones de yenes para su negocio de impresión Toshiba TEC debido a la caída del precio de las acciones de la subsidiaria.

Toshiba recortó su pronóstico de ganancias operativas para todo el año en una cuarta parte y ahora espera publicar uno de 95.000 millones de yenes para el año fiscal hasta marzo. Es la segunda revisión a la baja de su orientación desde noviembre.

La empresa culpó a factores puntuales por su bajo desempeño, pero la abrupta renuncia del director de operaciones es otro golpe a su reputación. Pasó de un fraude contable a una crisis financiera y una batalla prolongada con inversionistas activistas.

La empresa de 147 años recibió la semana pasada una propuesta final de adquisición de Japan Industrial Partners, que se ha asociado con el grupo de servicios financieros Orix, Chubu Electric, el fabricante de chips Rohm y otras empresas japonesas. Si la propuesta es aprobada por el directorio de Toshiba y los accionistas activistas, concluiría una saga de ocho años que ha llevado al conglomerado industrial al borde del colapso.

“Con el objetivo de actuar en el mejor interés de los accionistas y otras partes interesadas. . . la compañía llevará a cabo las negociaciones necesarias”, dijo el presidente de Toshiba, Akihiro Watanabe, en un comunicado el martes.

“Creemos firmemente que existe una necesidad urgente de transformar la empresa”, agregó. “Creemos que es importante llegar a una conclusión final sobre las alternativas estratégicas de la compañía lo antes posible y comenzar a trabajar hacia una nueva etapa”.

“No creo que no haya oportunidades de negocio para Toshiba, pero [the latest earnings results and the chief operating officer’s departure] muestra que se encuentra en una situación difícil”, dijo Masahiko Ishino, analista senior de la empresa de asesoría Tokai Tokyo Research Institute. “Podría ser cuestionable que los bancos estén financiando la compra masiva”.

Vídeo: La extraordinaria saga de Toshiba | Gran cosa



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