Los ‘atrapanieblas’ parecen grandes pilares huecos con malla de plástico y un depósito en la parte inferior. Para recolectar la mayor cantidad de agua posible, se colocan en la corriente de viento. Las estructuras ya existían, pero nunca se habían utilizado de manera eficiente, según Vicenç Carabassa, investigador del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) y científico principal del proyecto.
“La recogida de niebla es especialmente adecuada para restaurar los bosques de laurisilva de las Islas Canarias, que existen a su vez gracias a la recogida de agua de niebla”, dice Carabassa. Las hojas cerosas hacen posible que los árboles recojan la niebla condensada. “El sistema permite que los árboles jóvenes florezcan hasta que estén lo suficientemente maduros como para recolectar agua por sí mismos”, agrega.
Tanto la niebla como el viento son necesarios para que los “atrapanieblas” funcionen. Por lo tanto, las Islas Canarias y Portugal son un lugar ideal para el proyecto. El proyecto podría restaurar el bosque de laurisilva en el Parque Rural de Doramas. Actualmente existe el peligro de desertificación.
En Gran Canaria, los científicos esperan recoger 215.000 litros de agua de niebla y rocío al año para reforestar 35 hectáreas con 20.000 laureles en el bosque de Doramas. Para la reforestación solo se plantan especies autóctonas propias de los bosques de laurisilva.
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