LLa actriz de 90 años adoptó a Greyhound Jim hace dos años, dándole una vida normal y salvándolo de ser sacrificado. Hoy Sandra Milo celebra su quinto año de vida con élrecordando las emociones vividas juntos y asegurándole un futuro maravilloso junto a su hija, Azzurra De Lollis, de 53 años.
La historia del perro de Sandra Milo
En la vida del perro Jim hay un antes y un después. Muy joven, de 2019 a 2021, se utilizó en Irlanda en carreras comerciales.. Mantenido en cautiverio y en condiciones de explotación total con fines lucrativos, fue luego rescatado por la asociación Mascota Galgos Onlus y confiado a la actriz. Quien recuerda esos primeros momentos con emoción. «Cuando llegaste estabas asustado y desorientado pero lentamente floreciste como una rosa de mayo, te abriste y revelaste un carácter maravilloso que nos ha conquistado a todos».
Salvada de la supresión, floreció “como una rosa de mayo”
El perro estaba entonces a un paso de la represión: un destino común a los animales explotados en las carreras, cuya carrera es muy corta. «Nos hiciste conocer la determinación en querer cambiar, enabandonar los viejos hábitos arraigados adquiridos en años de entrenamiento y competencias en la pista de perros convertirte en lo que siempre quisiste ser: un perro equilibrado, sereno, competente, libre de correr sólo por su propio placer y no por la voluntad de cumplir las órdenes de su amo».
Un perro en la vida de una persona mayor
Como recuerda la propia Sandra Milo, el perro está registrado a nombre de su hija Azzurra De Lollis quien lo cuida personalmente «y no lo trata como un perro faldero sino que le permite hacer sus 12/15 km». La actriz responde con esta aclaración a quienes le han “insinuado que nunca se debe dejar que una anciana adopte un perro”.
La hija de Sandra Milo lo cuida
En realidad, las palabras de Milo son suficientes para dar una idea de la papel fundamental que puede tener una mascota en la vida de una persona mayorel. «En mi vida siempre ocuparás un espacio privilegiado, siempre serás el Jim azul con los ojos claros de mi corazón». Sólo, de hecho, que hay un humano de “referencia” más joven que sustenta a la pareja perro-abuelo (o abuela). Y que el perro se porta bien, como Jim que “no tira de la correa y sigue al guía sin dar tirones”.
Milo sugiere que el perro Jim se irá a vivir con Azzurra y con un «nuevo compañero de vida de cuatro patas en un lugar propio». Pero «nadie», asegura la actriz, «te robará la libertad que has probado y será tuya para siemprenadie te negará el cuidado y el amor sin límites».
iO Mujer © REPRODUCCIÓN RESERVADA