Un día después del funeral de Neel Aernouts (17), fallecido en un accidente, decenas de amigos y conocidos recorrieron Noorderkempen en sus ciclomotores. Pasaron por lugares donde a veces ellos y Neel pasaban tiempo. “El hecho de que haya acudido tanta gente es muy gratificante”, dice Jasper Francken, uno de los mejores amigos de Neel. “Y ahora queremos hacer realidad otro de sus sueños”.
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