Por Michael Sauerbier
¡Miles de puestos de trabajo en las acerías de Brandeburgo están en peligro! El ministro de Economía, Jörg Steinbach (67, SPD), advierte: Sin electricidad industrial barata, la industria pesada del país no tiene futuro. Pronto será carbono neutral.
Eisenhüttenstadt, Hennigsdorf, Brandeburgo/Havel: El acero se hierve en tres ciudades de Brandeburgo, con enormes necesidades energéticas. Pero los precios de la electricidad en Alemania son más altos que en cualquier otro país. “Los fabricantes están diciendo en términos muy claros que no son competitivos a este precio”, advierte el ministro Steinbach.
Las empresas siderúrgicas, cementeras y papeleras exigen electricidad industrial barata, a 4 céntimos el kilovatio hora. “Necesitamos absolutamente esta corriente de puente”, dice Steinbach, “tiene que llegar lo más rápido posible. 7 centavos son realistas”. Pero el gobierno federal todavía se resiste a hacerlo porque tiene que usar el dinero de los contribuyentes para promover la electricidad barata.
El futuro del acero pertenece a la electricidad verde. “Las acerías eléctricas de Brandeburgo ya están usando un 60 por ciento de energía renovable”, dijo Kerstin Rippel, jefa de la Asociación del Acero, de 51 años, en Potsdam. “El 100 por ciento de electricidad verde llegará en 2032 cuando se amplíen las redes eléctricas”.
Eisenhüttenstadt todavía cocina acero con coque sucio. Steinbach: “A partir de 2029 será reemplazado por hidrógeno. Luego, la tubería necesaria estará lista”. Pero: “Al principio, el hidrógeno todavía se producirá a partir de gas”, admite el ministro, “y solo se reemplazará gradualmente por hidrógeno a partir de electricidad verde”. Para 2045, toda Alemania debería ser climáticamente neutra.