Los aficionados de Copenhague se burlan de los iconos del Bayern

Los aficionados del FC Copenhague convirtieron su casa el martes por la tarde en un auténtico caldero. Antes del inicio del partido de la Liga de Campeones contra el FC Bayern, los aficionados daneses impresionaron con una tremenda coreografía, en la que también participaron dos de los iconos del club invitado, Uli Hoeneß y Thomas Müller. El ganador del partido de Múnich, que marcó el gol de la victoria por 2-1, reaccionó después con agrado.

La afición del FC Copenhague recibió de manera especial a su equipo en el duelo de primera categoría contra el FC Bayern. La idea: cuando lleguen los equipos, el león de Copenhague, que suele verse en el escudo de los campeones daneses, debería causar miedo y terror en las gradas.

La cabeza del león estaba representada con carteles negros, azules y blancos en la tribuna de casa, y sus ojos incluso brillaban en rojo gracias a la pirotecnia utilizada deliberadamente. También en Parken, la sede del club capitalino, causó risa general la imagen de dos iconos del Bayern huyendo aparentemente del imponente animal.

Los aficionados de Copenhague retrataron al miembro del consejo de vigilancia y presidente de honor, Uli Hoeneß, como un personaje de dibujos animados con la cabeza roja brillante y un pañuelo del Bayern alrededor del cuello, que huía con cara de pánico. Delante de él sale corriendo Thomas Müller, del otro lado dos aficionados del Bayern con trajes típicos y jarras de cerveza.

FC Bayern: Müller reacciona a la coreografía de los aficionados

La coreografía ciertamente influyó en los jugadores: especialmente en la primera mitad, el FC Copenhague mostró un equipo unido y combativo contra el FC Bayern. El equipo de Múnich apenas tuvo posibilidades de marcar.

La acción de los aficionados tampoco pasó desapercibida para Thomas Müller. “Rapha Guerreiro y Dani Peretz inmediatamente me señalaron que estaría allí en el estadio”, dijo el jugador ofensivo suplente tras el partido en zona mixta.

Como de costumbre, el jugador de 34 años relató cómo se sentía atraído por los aficionados daneses. “En realidad me fue bastante bien, ¿no? ¿O fui yo el que tomó la cerveza también?”



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