En mi iPod tengo prácticamente todas las notas que los Kinks grabaron, al menos hasta 1980. Hasta donde yo sé, los Kinks fueron la única banda importante de los 60 que no se subió al carro de la psicodelia, que no se involucró. en las extrañas tonterías, que a veces estaban de moda. Mientras sus contemporáneos componían ciclos de canciones sobre el misticismo oriental, Ray Davies escribía sobre viviendas municipales en un suburbio inglés. Se ocupó de cosas que estaban cerca de su corazón. Inventó su pequeño mundo y lo llenó de vida. Y en este mundo, la gente no usaba chaquetas de Nehru, no fumaba marihuana ni tenía sesiones improvisadas durante todo el día.
Cuando escuché por primera vez “Village Green Preservation Society” en 1971, me imaginé la vida típica en una pequeña ciudad británica: parques, cerveza de barril… Cuando llegamos a Inglaterra con REM en 1985, hice un viaje por Muswell Hills y fue todo menos romántico. Había imaginado un idilio de postal, pero en realidad estaba bastante deteriorado. Y entonces me di cuenta de que todas esas canciones eran la imaginación de Ray, que quería inmortalizar una Inglaterra que llevaba mucho tiempo en proceso de desintegración. No es de extrañar que haya mucha tristeza en estas canciones.
Me sorprende lo bien que todavía suenan los discos de Kinks, aunque si escuchas con atención te darás cuenta de que en realidad sucede poco en los detalles. “Village Green” es el mejor ejemplo: a diferencia de la mayoría de discos de esta época, la grabación no está sobrecargada con todos los instrumentos imaginables. Y, sin embargo, las canciones están maravillosamente arregladas. Ray escribió «You Really Got Me» en el piano y luego le dio la canción a su hermano Dave, quien la convirtió en una salvaje orgía de guitarras.
“No lo llamaban heavy metal cuando lo inventé”
Una vez leí una entrevista en la que le preguntaron a Dave si los Kinks se habían convertido en una banda de heavy metal en los años 80. Dijo: «No lo llamaban heavy metal cuando lo inventé».
Los Kinks tomaron la puerta trasera de la historia del rock. Todos esos maravillosos álbumes de los que estamos hablando hoy – «Face To Face», «Something Else By The Kinks», «Village Green» – se vendieron lentamente en los años sesenta. Pero aquellos de nosotros que amamos estos discos los hemos amado durante décadas.