Los 100 mejores músicos de todos los tiempos: Hank Williams – Ensayo de Beck
Canciones de Hank como “Lonesome Whistle” y “Your Cheatin’ Heart” son geniales para cantar porque son 100% libres de tonterías. Las palabras, la melodía, el sentimiento: todo está ahí, todo es nítido y sin ningún fondo falso. Se necesita una gran economía lingüística y simplicidad para expresar una idea o un sentimiento en una canción, y Hank Williams es el ejemplo perfecto de ello.
Tenía una voz que podía partir madera. Sonaba como si viniera de otra parte de su cuerpo. No necesitaba un amplificador cuando cantaba en bares llenos de gente; Ni siquiera el ruido de los borrachos en la barra tenía ninguna posibilidad contra su órgano. Los lugares donde actuaba eran tan ruidosos que contrató a un luchador llamado Cannonball Nichols como bajista. Vivía como viven las estrellas de rock de hoy: nada más que giras, bebiendo y metiéndose en problemas con mujeres.
Hank puede ser el arquetipo del campesino, pero hay otras capas debajo de la superficie
Compré una muestra de vinilo de Hank por 4,99 dólares y fue como encontrar la llave de una caja fuerte secreta. Por supuesto, sus discos son increíblemente importantes para la música country, pero en mi caso tenían un atractivo completamente diferente: sonaban muy exóticos. El hecho de que un músico mayor de color le haya enseñado a tocar la guitarra no carece de importancia: Hank puede ser el arquetipo del campesino, pero hay otros niveles debajo de la superficie. Durante un tiempo fue incluso mi referente exclusivo: toqué sus canciones durante años y en “Sea Change” hice un intento consciente de escribir canciones que fueran tan directas y contundentes como las suyas.