Roderich Kiesewetter asume que las filtraciones se deben a un acto de sabotaje por parte de Rusia. “Según todo lo que sabemos, las fugas en los oleoductos Nord Stream I y II pueden ser casi solo un acto de sabotaje iniciado por el estado”, dijo Kiesewetter a la red editorial de Alemania. Desde una perspectiva de política de seguridad, tal acto de sabotaje sirve como disuasión y amenaza.
“Por lo tanto, es probable que Rusia esté tratando de despertar la incertidumbre entre la población europea por un lado y, por otro lado, señalar una vez más a nivel estatal la posibilidad de un ataque a la infraestructura crítica”. Rusia ya ha demostrado en el pasado que los oleoductos Nord Stream se están utilizando como herramienta y la energía como arma contra Alemania, dijo el político de la CDU. “Por lo tanto, tal acto de sabotaje también encajaría con el enfoque híbrido de Rusia, que se caracteriza por el terrorismo de Estado”.