Sinner anotó más puntos con el segundo servicio, uno de sus puntos fuertes, que con el primero. El cansancio luego hizo el resto: “Empecemos a trabajar ya”
Aplausos en la Central, Jannik Sinner sale derrotado, desilusionado porque sentía que tenía el sueño de la semifinal entre los dedos. Pero es una amargura que dura como un chubasco, porque cuando vuelve a hablar con los medios, Sinner casi sonríe. Durante dos sets dominó a Novak Djokovic tras superar dos días antes a un Carlos Alcaraz que parecía un escollo insalvable en la víspera.