NoNo querrás decir ni siquiera banalidades ligeramente bárbaras, como encerrarlo en una celda y tirar la llave. Pero es aún peor dejar en libertad a un violador que vuelve a violar antes de cumplir su condena. La víctima de violencia sexual es una joven de veintidós años, hecha prisionera precisamente por aprovecharse de su bondad.
Él, Simone Borgese39 años, fingió pedir direcciones, la arrastró hasta el coche mediante engaños y utilizó la violencia contra ella. Por suerte tuvo el valor de denunciar. Quién sabe cuántas víctimas guardaron silencio, permitiendo que su verdugo escapara impune y actuara de nuevo.
Borgese había sido condenado a siete años y medio de prisión, pero fue puesto en libertad un año y medio antes. Ahora ha hecho uso del derecho a no responder y le han puesto bajo arresto domiciliario. Espero que, cuando leas estas líneas, se haya aceptado la petición del fiscal de devolverlo a prisión.. Pero esto no habrá solucionado el problema. Que también está dentro del alma humana.
Llama la atención que Borgese, en la foto, parezca un hombre perfectamente normal.. Se le podría llamar un buen chico. En definitiva, alguien que podría arriesgarse en la vida, como todo el mundo: a veces conoces a una mujer, a veces no, por decisión propia o más a menudo por decisión ajena.
Sin embargo, hay personas a las que no les satisface ser aceptadas, sino precisamente ser rechazadas.; y por eso se sienten gratificados al imponer su propia voluntad a la de la víctima, al robar el amor por la fuerza. Nunca entenderé cómo pudo pasar esto.
Lo importante es que los hombres entendamos una cosa: el problema no concierne sólo a nuestra hija, nuestra compañera de vida, nuestra hermana, nuestra madre. El problema afecta a todos. Necesitamos prevenir y, si es necesario, reprimir. La violencia sexual es imperdonable, y si se necesita más severidad para erradicarla, lo correcto es ser más severa.
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