Desde BZ/dpa
El bromista picó. Niclas Füllkrug salvó a Alemania de un segundo revés en la Copa del Mundo. Con el gol tardío del Bremen en el minuto 83, el equipo de la DFB apenas superó la prueba de carácter contra su temido rival España.
Con fuerzas unidas, la selección nacional de fútbol luchó contra su coco tras el gol de Álvaro Morata (61º) para poner el 1-1 (0-0). Pero el temblor está lejos de terminar para Hansi Flick.
Tras el merecido empate en el estadio beduino de Al-Khour, la primera victoria en Qatar es ahora imprescindible para acceder a los octavos de final ante Costa Rica el jueves. De lo contrario, la vergonzosa segunda eliminatoria mundialista en la fase de grupos seguirá siendo una amarga realidad para el cuatro veces campeón.
Con solo un punto, Alemania sigue última en el Grupo E después del peor comienzo en la larga historia de la Copa del Mundo. Con la ayuda inesperada de la victoria de Costa Rica contra Japón unas horas antes del intenso enfrentamiento de los ex campeones del mundo, la DFB-Elf tiene el destino del torneo en sus propias manos nuevamente, incluso si España simplemente no ha sido derrotada en un juego competitivo desde hace 34 años.
Durante mucho tiempo, estuvo claro para los equipos lo que estaba en juego para ellos: los españoles deberían haber planeado los octavos de final con una segunda victoria después del torbellino ofensivo de 7-0 contra Costa Rica gracias a una diferencia de goles sobresaliente.
Sin embargo, el jarro del Werder Bremen, de 29 años, continuó su increíble historia en apenas su tercer partido internacional con el segundo gol con la camiseta nacional.