Desde principios de 2022 su rodilla ha empeorado. Camina mal, usa cada vez más una silla de ruedas, a menudo se ha perdido compromisos importantes e incluso un viaje planeado a África a principios de julio. Pero el Papa Francisco es firme en su posición: no quiere operarse para intentar solucionar el dolor de rodilla.
El motivo, según fuentes sanitarias, es querer evitar las consecuencias de la anestesia, que evidentemente le había afectado profundamente tras la operación de colon a la que se sometió en julio de 2021, que resultó más laboriosa de lo esperado. Ahora -según ha desvelado Cope, organismo del CEI español- llegará un nuevo médico para tratarle, el profesor José María Villalón, jefe del cuerpo médico del Atlético de Madrid, una auténtica «eminencia» en el campo de la traumatología y la medicina deportiva. .
Los contactos iniciados por la Conferencia Episcopal Española y la Nunciatura en Madrid
“Tanto la Conferencia Episcopal Española como la Nunciatura del Vaticano en España han pedido a un grupo de especialistas si se puede ayudar al Papa, dada la situación por la que atraviesa”, dijo el mismo médico a Cope. “Lo vemos en silla de ruedas y nos han preguntado si podemos ayudarlo a mejorar su movilidad y detener su proceso artrítico”. El médico confiesa que en el primer contacto con el Papa se sintió nervioso porque «es una responsabilidad ya que se trata de volver a poner en forma una figura mundial. Tenemos el hándicap de que no es un paciente normal por su gran actividad, quizás el Papa lo tenga más difícil por sus horarios complicados, pero yo soy optimista, al Papa se le puede ayudar”.
El doctor Villalón: el Papa es un paciente simpático y también testarudo
Entonces será una cura médica, y no quirúrgica, aunque este camino sería la solución a un problema articular. Durante meses, en cambio, ha optado por poner menos tensión en la rodilla usando una silla de ruedas y, cuando está mejor, un bastón. Se somete a largas sesiones de fisioterapia y también a terapias farmacológicas. El médico del Atlético tendrá que partir de aquí para echar una mano a la hora de solucionar, o al menos paliar, los problemas de la marcha del Papa. Villalón, de hecho, se ha referido al Papa Francisco como «un paciente muy bonito pero muy testarudo, en el sentido de que son propuestas quirúrgicas que no quiere. Necesita que le ofrezcan un tratamiento más conservador para que acepte».