llega a los cines "yo soy el abismo", la película sin los nombres de los actores en el cartel. Averigüemos por qué?


No.no revelar los nombres de los actores de yo soy el abismo. La insólita petición, rayana en la paradoja, es Donato Carrisi, director y guionista de la película – en el cine a partir de hoy – tomado de su novela homónimo de 2020. Que a tal efecto ha omitido los nombres del cartel y del material de prensa distribuido tras el avance. Lo hace sabiendo que es un secreto fácil de eludir.

Simplemente escriba el título en Google para averiguar quién está detrás de él. el hombre que limpia, el cazador de moscas y la chica del penacho morado, los 3 protagonistas de yo soy el abismo. «Quitarles la identidad a los personajes -explica Carrisi- nos obliga a sentir empatía por ellos, a pesar de sus errores, de sus imperfecciones, de su historia. Incluso para el monstruo. Y, si las víctimas y los perpetradores no tienen nombre, entonces pueden ser cualquiera. Nosotros también podemos serlo».

yo soy el abismola trama

Thriller con muchos matices de noir, la película mantiene pegado al espectador, quien, escena tras escena, rebobina los hilos de las tres historias. Está la del hombre que limpia, el basurero asesino en serie. Mata, ataviado con un postizo rubio y gafas de sol de antaño, mujeres rubias ya mayores de edad se acercaban en las discotecas en las veladas dedicadas a los mayores.

hay eso de cazador de moscas, creído por todos los locos por una tragedia del pasado, que se ha fijado la misión de salvar a las mujeres de la violencia de sus hombres. Finalmente está la de Adolescente de cabello morado a merced de padres distantes y la amenaza del porno de venganza. La relación a distancia entre la niña y el asesino en serie a quien el cazador de moscas caza es el corazón de la historia ambientada en el lago de Como.

El hombre purificador del «Yo soy el abismo». (Foto Loris Zambelli)

El lago, metáfora de la inquietud enmascarada por la quietud

Las aguas del lago de Comotumultuosos bajo la aparente quietud, son el trasfondo de los acontecimientos de yo soy el abismo. Aguas que tragan y escupen cuerpos. Y que se combinan con el agua putrefacta de la piscina del hotel abandonado que, también, traga y escupe a un niño acompañado de una mujer rubia al comienzo de la película. Hay agua, para ser precisos. 48.000 litros vertidos sobre los actores desde un sistema de extinción de incendios en una de las escenas finales.

El cazador de moscas de «Yo soy el abismo». (Foto Loris Zambelli)

Nada que descubrir, pero mucho que entender

En yo soy el abismo hay poco que descubrir, pero mucho que entender. No es ningún misterio la identidad del asesino en serie, ese basurero que cree que si los hombres mienten, su basura revela todo sobre ellos. El dolor del cazador de moscas se comprende de inmediato.que sigue repitiendo a quienes la encuentran reconociéndola: «Sí, soy la madre». Es clara la naturaleza de los grandes sufrimientos de la peli-morada que, sin saberlo, entra en la vida del asesino en serie trastornando y sacudiendo su conciencia.

La chica de cabello morado. (Foto Loris Zambelli)

En cambio, necesitamos entender la naturaleza de la atracción que se establece entre los personajes. Carrisi, como criminólogo aguerrido, hunde las raíces de la narración en las entrañas hasta desvanecer los contornos del bien y del mal. Lo que surge es la naturaleza del miedo y lo que se hace para devolverlo a cada uno de nosotros.

Finalmente, spoilers: los actores

Para ayudarlo en este viaje hacia el abismo y la circularidad del mal están los actores. Aquellos cuyos nombres se revelan solo en los créditos y hacen que la historia sea inquietantemente creíble, «inspirados -reitera el autor-director- en algunas historias reales». Soy Michela Cescon en el papel del cazador de moscas, Gabriel Montesi en las del hombre que limpia e Sara Ciocca en las de la peli morada.

iO Donna © REPRODUCCIÓN RESERVADA



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