La ropa de Sanda Dia, que el estudiante llevaba en su agonía durante el bautismo de Reuzegom, fue destruida sin permiso y accidentalmente por la fiscalía. Esto se supo el lunes. Para los familiares de Sanda se trata de otro golpe emocional. “Cada posesión de Sanda es preciosa para nosotros”, responde su familia, que esperaba poder conservar tres bolsas de ropa de su hijo y su hermano como recuerdo.
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