Le costaron al Club Scaligero 1,5 millones. El director deportivo Sogliano los descubrió. Dos goles del colombiano y uno del caboverdiano decidieron el partido ante el equipo de Campania
Sean Sogliano es un marinero que sabe seguir rutas inexploradas. Y después de Cyril Ngonge y Tijani Noslin (entre otros) trajo a Verona a la pareja que enloqueció al Nápoles. Un gol de Dailon Livramento, dos de Daniel Mosquera, Bentegodi en ebullición por debutar como extraterrestres.
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Y pensar que Hellas pagó por ellos alrededor de 1,5 millones de euros. Son las intuiciones de Sogliano, el director deportivo que va a mirar donde otros no saben o no quieren, las que forman el marco de esta obra maestra del partido de los recién llegados al equipo amarillo-azul. Mosquera, procedente del América de Cali, luego de haber llevado al Atlético Bucaramanga a ganar su primer título colombiano en calidad de préstamo. Livramento, caboverdiano apasionado por el baile, hermano que rapea, familia de artistas, viene de Holanda, la temporada pasada marcó un montón de goles en la Eerste Divisie (la B de Holanda) con el Mvv Maastricht.
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La defensa del Nápoles no entendió nada cuando el Verona pisó el acelerador. Así que, hablando de artistas, un toque de clase –un toque temprano– fue el fichaje de Livramento para el liderazgo de Hellas. Después, bastaron unos instantes para que Mosquera, nada más entrar, pusiera el sello al doblete. En el final, el tercer scratch del Panteron, que ve en Duván Zapata un modelo a seguir y soñar y elige como inspiración el talento lúdico y desbordante de Tino Asprilla. El Nápoles se derritió así, «jugado» por el baile de los delanteros del Verona. Y si Livramento tiene pasión por Michael Jackson, el moonwalk la puso de manifiesto en una velada mágica para él y Hellas. Mosquera es boxeador, Paolo Zanetti trabaja para hacerlo crecer, para mejorarlo día a día. Mientras tanto, son vacaciones de agosto: “Siempre he soñado con jugar y marcar goles en una liga europea, y debutar con un doblete me hace muy feliz. ¡Vamos Verona!”, exclamó Mosquera. Y Livramento se sumerge en éxtasis en la belleza de un estadio: «Es increíble marcar y ser importante en un ambiente como ese». Sogliano, que no se permite sonrisas fáciles, esta vez se habrá dejado llevar mirándolas.