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Fiscales federales de Argentina han acusado a altos dirigentes del Opus Dei de supervisar la explotación y trata de mujeres, en el primer proceso penal que surge de acusaciones públicas contra el grupo católico.
La mordaz solicitud de investigación de 136 páginas, vista por el Financial Times, alega que la organización “estableció una estructura dedicada al reclutamiento de al menos 44 mujeres, la mayoría de ellas niñas y adolescentes”, que luego fueron “sometidas a condiciones de vida comparables a la servidumbre”.
Las mujeres, que estuvieron involucradas con el grupo entre 1972 y 2015 aproximadamente, eran “numerarias asistentes”, una categoría exclusivamente femenina de miembros del Opus Dei que dedican su vida al trabajo doméstico en los centros de la organización.
El informe del fiscal es la primera vez que altos dirigentes del grupo han sido implicados legalmente en acusaciones planteadas por ex miembros. Los casos judiciales anteriores se han limitado a entidades civiles afiliadas, como organizaciones benéficas particulares o miembros que dirigen centros individuales del Opus Dei.
El Opus Dei, en una declaración en nombre de sus miembros nombrados en el informe, dijo: “Negamos categóricamente las acusaciones de trata de personas y explotación laboral”.
El grupo afirmó que las acusaciones se basaban en una “total descontextualización” de “la vocación libremente elegida por las asistentes numerarias”, añadiendo que las mujeres recibían un salario por su trabajo y vivían en un “ambiente acogedor”. [with] instalaciones para el descanso, la recreación, la lectura y el estudio”.
Pero las graves acusaciones plantearán más dudas sobre el funcionamiento interno del grupo católico, que tiene estrechos vínculos con movimientos políticos conservadores en Estados Unidos.
El informe del fiscal sugiere que la explotación de las mujeres es fundamental para el funcionamiento de la organización. Citó a una víctima que dijo: “Fuimos la base para que otros pudieran cambiar el mundo”.
El informe es la culminación de una investigación de dos años realizada por fiscales argentinos, después de que decenas de mujeres acusaran públicamente al Opus Dei de explotación en los medios argentinos.
A principios de este año, una investigación del Financial Times descubrió acusaciones similares en Europa y Estados Unidos.
Luego de una investigación inicial, los fiscales en los procesos penales argentinos pueden solicitar que un juez inicie una indagatoria, donde los imputados son llamados a declarar. Luego, el juez decide si el caso debe pasar a juicio.
El argumento de los fiscales se basa en el testimonio de 44 mujeres, pero restricciones legales como la prescripción significan que el caso podría centrarse en una sola denunciante.
“Aunque es doloroso llegar a una instancia judicial de esta naturaleza, creemos que después de más de tres años de acusaciones similares hechas sólo en los medios de comunicación, es necesaria la investigación para esclarecer la situación definitivamente”, dijo el Opus Dei.
Los fiscales solicitaron que se cite a interrogatorio a tres ex dirigentes del Opus Dei en Argentina, Carlos Nannei, Patricio Olmos y Víctor Urrestarazu, así como a un sacerdote que estaba a cargo de las relaciones con la sección femenina, Gabriel Dondo.
Los fiscales detallaron el reclutamiento de niñas de familias rurales de bajos ingresos como una “selección engañosa” que aprovechó “su extrema vulnerabilidad”. Dijeron que las mujeres fueron “atraídas” por promesas de educación y oportunidades laborales, pero luego quedaron “atrapadas en un ciclo de explotación y abuso”, trabajando 14 horas al día sin apenas descansar.
Los fiscales –Eduardo Taiano, titular de la Fiscalía Nacional, así como María Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, codirectores de la Fiscalía contra la Trata y Explotación de Personas– dijeron que las mujeres no recibieron salarios, sino que les dieron a la organización.
Dijeron que el acceso de las mujeres a la atención médica y al mundo exterior estaba fuertemente controlado.
“En definitiva, estas mujeres fueron sometidas a una explotación laboral extrema, con una total falta de remuneración justa y de derechos básicos, todo ello bajo el pretexto del ‘sacrificio’ y la ‘salvación espiritual'”, dijeron los fiscales.
El Opus Dei es un grupo oficial dentro de la Iglesia Católica y sus estatutos son aprobados por el Vaticano, que no respondió a una solicitud de comentarios. El juez aún no se ha pronunciado sobre el pedido de investigación.
Información adicional de Ciara Nugent en Buenos Aires