Martin, que había estado en prisión desde 1996, fue puesto en libertad a principios de agosto de 2012 tras reiteradas solicitudes. También se estipuló que tenía que cumplir ciertas condiciones durante diez años. Tuvo que ir a un psicólogo para recibir terapia. Tampoco se le permitió hacer declaraciones en los medios de comunicación ni buscar contacto con las víctimas sobrevivientes o sus seres queridos. Tenía que presentarse ante el poder judicial a intervalos regulares, nunca se le permitía moverse sin permiso, ni se le permitía irse de vacaciones sin previo aviso. En principio, puede volver a hacer todo eso a partir del viernes, escribe Het Nieuwsblad. Porque entonces expirará el plazo para el cual se aplicaron estas y otras condiciones.
Martin fue declarado culpable del encarcelamiento de Laetitia Delhez, Sabine Dardenne, An Marchal, Eefje Lambrecks, Mélissa Russo y Julie Lejeune. En el caso de las dos últimas niñas, se agregó el agravante de “tortura”, según la VRT belga. Martin hizo pasar hambre a los niños.
Paul Marchal, el padre de la víctima An Marchal, escribió en Facebook el martes por la noche: “Sigue siendo difícil… especialmente en un día como hoy. Hace tantos años, An fue arrancado de nuestras vidas el 23 de agosto. Todo se vuelve tan grande”. más difícil cuando acaba de recibir una carta judicial con el comunicado comercial de que se cancelarán las condiciones vinculadas a la libertad provisional de Martín y que ella será completamente libre para ir a donde quiera a partir del próximo viernes 26 de agosto. Entonces será LIBRE … TEMPRANO …”
Es posible que el propio Dutroux nunca sea liberado. Fue condenado a cadena perpetua y ha estado encarcelado durante más de 25 años.