Leyenda de Duplantis, volando en 6.21 por el oro, el récord mundial y $ 100,000

El sueco se lleva todo el descenso del Mundial, retocando un centímetro su récord anterior. La pregunta siempre es: ¿adónde puede ir?

De nuestro corresponsal Andrea Buongiovanni

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25 de julio
– EUGENIO (EE.UU.)

Y el último cierra la puerta: la escena final de Eugene 2022 pertenece a Armand Duplantis y es una escena preciosa. Todas las demás carreras han terminado. El sueco de 22 años, empujando su eje hacia las estrellas, se catapulta a sí mismo a 6.21, donde ningún ser humano ha volado jamás. Uno casi piensa que el primer error en la altura, que se produjo cuando estaba a punto de empezar la final de 4×400 femenino, fue querido para tener toda la atención final para él…

La raza

Duplantis eleva otro centímetro su récord mundial (partiendo de 6,17 es el quinto de la serie), situando el de exterior («todavía» en los recientes 6,16) por delante del de interior (6,20 en el Mundial de Belgrado, en marzo). Todo su material, maestro indiscutible de la especialidad. Estadounidense de su padre y ex alumno de Louisiana State, el público está con él. Y él, además de la proeza, tras la primacía, bajada de los big bags, también le rinde homenaje con una voltereta. Es su primer título mundial al aire libre, junto con el olímpico y todo lo demás. Ganó ya a las 6.00. Y luego sellado por un 6.06, récord del evento. Previamente había pasado 5,70, 5,87 en el segundo intento y 5,94. Junto con $ 70,000 por el oro, también $ 100,000 por el récord. ¿Qué tan lejos puede ir? Las otras medallas se otorgan precisamente en 5,94: la plata es del estadounidense Chris Nelson, el bronce del filipino Ernest Hohn Obiena, primera medalla en la historia del país, primera en la subasta de Asia y récord continental. Aplausos a Renaud Lavillenie: el francés, a sus 35 años, todavía es capaz de un 5,87 y un quinto puesto. Nunca había pasado que en una subasta nueve personas superaran los 5,80. Una final muy digna



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