Las empresas que quieran vender sus productos en la Unión Europea pronto tendrán que declarar que los ingredientes no proceden de tierras de cultivo que hayan sido deforestadas después de 2020. De lo contrario, pueden esperar multas elevadas.
Se trata de productos y materias primas como ganado, cacao, café, aceite de palma, soja y madera, y productos derivados como cuero, chocolate y muebles. Con “información geográfica precisa sobre las tierras agrícolas”, los importadores deben demostrar de dónde provienen las materias primas. Además, deben probar que los derechos de los indígenas no han sido violados durante su producción o explotación.
La nueva ley garantizará que una serie de importantes productos puestos en el mercado ya no contribuyan a la deforestación y la degradación de los bosques en la Unión y en otras partes del mundo. “Cuando las nuevas reglas entren en vigor, todas las empresas involucradas deberán aplicar estrictos requisitos de diligencia debida cuando coloquen productos en el mercado de la UE”.
‘Paso histórico’
La protección de los bosques ocupa un lugar destacado en la agenda de la conferencia de la ONU sobre biodiversidad que comienza el miércoles en la ciudad canadiense de Montreal. Los bosques atrapan gases de efecto invernadero y su pérdida exacerba el cambio climático.
Por lo tanto, las organizaciones de la naturaleza están encantadas con las nuevas reglas. “Hicimos historia con esta primera ley contra la deforestación”, dijo WWF. Greenpeace también habla de un “paso histórico”: “Debido a esta ley, algunas motosierras se paralizarán y las empresas ya no se beneficiarán de la deforestación”.
Sin embargo, las organizaciones de la naturaleza esperaban que la ley fuera más allá. Por ejemplo, creen que la definición de ‘degradación forestal’ es actualmente demasiado vaga, lo que permite ‘la continuación de la tala insostenible de bosques naturales’. También es decepcionante que solo se trate de productos que contribuyen a la deforestación y que aún no se hable de ecosistemas como sabanas y humedales, según las organizaciones.
El acuerdo político aún debe ser aprobado formalmente por el Parlamento Europeo y los estados miembros. Después de eso, las empresas tendrán dieciocho meses para implementar las reglas. Mientras tanto, la Comisión Europea evaluará si se deben agregar productos adicionales a la lista, o si los ecosistemas distintos de los bosques deben estar dentro del alcance.