En el ZuidWestHoek College de Ossendrecht, además del profesor, ahora hay un profesor asistente de IA. El holograma llamado Lexie debe apoyar a los profesores y especialmente ayudar a los estudiantes con sus preguntas. Pero en la práctica esto resulta ser mucho menos fluido de lo esperado.
“No, gracias”, responde el profesor de biología Niek Vermeulen a la pregunta de su asistente de IA sobre si quiere ver otra animación del corazón. Niek espera dejar claro que su trabajo ya está hecho, pero nada más lejos de la verdad.
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“Usas una palabra ucraniana para parque infantil. ¿Qué quieres decir con eso?”, responde Lexie, como se llama a la profesora de IA en ZuidWestHoekCollege.
“Esto sigue siendo un problema”, dice Niek riendo. “Seguimos en contacto con el desarrollador para mejorar este tipo de cosas. Y, por supuesto, también necesitamos conocer mejor algunas funciones”.
“Esto no te servirá de nada.”
También experimentan pequeños problemas iniciales con el profesor de IA frente a la clase durante las lecciones de alemán. “Me gustaría hacer una reserva en alemán”, le pregunta Revi a Lexie. “No puedo hacer una reserva para ti”, responde el holograma a la pregunta del estudiante.
“Esto no te servirá de nada”, se ríe Revi. “Acabo de recibir un mensaje de texto completo para una reserva en alemán. A veces ella coopera bien, otras veces nada.”
Sin embargo, los estudiantes de la escuela de Ossendrecht se muestran muy positivos sobre el uso de Lexie. “Es mucho más divertido trabajar con un robot. Es nuevo y especialmente diferente que con un profesor”, afirma Silke.
Lotte Kool es profesora de alemán en el ZuidWestHoekCollege. Ella considera a Lexie como un gran apoyo. “Ayuda a los niños a practicar para un examen oral. Pero los estudiantes también pueden preguntar sobre los ejercicios del libro”.
“Tiene que haber completo silencio en el aula si quieres hacer una pregunta. Eso es un desafío”.
Pero está lejos de ser una solución a la escasez de docentes. “Es un buen truco”, concluye Niek. “Es una buena herramienta. Pero, por ejemplo, también tiene que haber silencio total en el aula si quieres hacer una pregunta. Eso puede ser un desafío”.
Lexie también ayuda a traducir el material didáctico para los niños ucranianos en la escuela. “Eso marca una gran diferencia”, intenta decir Niek algo positivo. Pero cuando quiere desalojar a Lexie, tiene que pedírselo al menos tres veces. Para ello cuentan con un estudiante más en el ZuidWestHoekCollege.