Ojalá Mertens hubiera ejecutado el penalti ganado.
A pesar de la falta de jugadores de G. Saray, su ambición y lucha por ganar nunca desapareció.
Tras el puesto creado de la nada por Sacha Boey, que fue el hombre de la noche e inundó de cariño a la afición al final del partido, el gol, incluido Seferovic, le supuso 3 puntos al Galatasaray como la justicia del fútbol.