Letra de “That’s The Dream” de Shawn Mendes, explicada


Shawn Mendes no tiene nada que ocultar en su quinto álbum de tendencia folk rock, Shawnque llegó el 15 de noviembre. El disco nació de “dejar ir y recordar quién soy”, explicó en una publicación de Instagram. Oportunamente, la portada, una foto en blanco y negro del cantante posando sin camisa y mirando fijamente a la cámara, promete nuevos niveles de franqueza y crecimiento obtenidos durante los cuatro años transcurridos desde 2020. Preguntarse.

A lo largo de la animada lista de temas acústicos, el joven de 26 años cumple esa promesa y adopta un brillo sonoro nuevo y campechano. Aborda la salud mental, el propósito y las relaciones entre las versiones de Leonard Cohen, los estribillos tarareados y el ocasional bombo. Pero mientras Mendes abandonó los sintetizadores por la armónica y la mandolina, el profesional de las canciones de amor no abandonó su corazón, como lo demuestra la tercera pista, oscilante y con labios apretados, titulada “That’s the Dream”.

A través de la letra de la melodía de ensueño y de ritmo medio, coescrita con Mike Sabath, Eddie Benjamin y Scott Harris, Mendes aborda el romanticismo desesperado con un realismo refrescante. En el verso inicial, celebra una larga relación con un amante anónimo (“Ha sido así desde los 17 / Los altibajos y los puntos intermedios, mi amor”), pero expresa dudas con “Dijimos para siempre desde entonces / Damos un mucho, pero ¿damos lo suficiente?

Si bien su trabajo anterior se centró en un afecto inquebrantable (“If I Can’t Have You”) y encuentros románticos (“Lost in Japan”), el suave coro de la canción encuentra a Mendes reduciendo sus expectativas para enfrentar la realidad. “Sé que hicimos nuestras promesas / Pero las promesas son difíciles de cumplir / No sé si debe ser así”, dice la letra, antes de admitir con optimismo: “Pero ooh, ooh, ooh, ese es el sueño”.

En el segundo verso, Mendes aclara la situación de la relación mientras se prepara para asistir a “esta boda en una semana”, pero “no puedo creer que no estarás allí conmigo”. Como revela la letra, esta meditación sobre su futuro fue impulsada por una separación que lo hizo sentir “como una sombra de mí mismo”. Y si bien la ausencia es palpable, la certeza parece aludir a él.

Aún así, el cantante deja la historia abierta y se hace una pregunta en el estribillo final: “¿Por qué tuve que irme e irme / Cuando sé que nada bueno es fácil?” Aunque Mendes no puede responder definitivamente si “está destinado a ser”, la alegre producción de la melodía insinúa esperanza. Al menos todavía no ha abandonado su sueño.





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