El fabricante de fibra austriaco Lenzing AG pudo sacar un balance positivo del año pasado el jueves. “Lenzing puede esperar un año financiero sólido. La demanda de nuestras fibras especiales biodegradables a base de madera de las marcas Tencel, Lenzing, Ecovero y Veocel continuó desarrollándose muy positivamente en 2021″, dijo el director ejecutivo interino, Cord Prinzhorn, en un comunicado.
El año pasado, el grupo generó ventas por 2190 millones de euros, superando el nivel de 2020 en un 34,4 %. Además del «entorno de mercado predominantemente positivo», la gran demanda de fibras especiales respetuosas con el medio ambiente contribuyó al fuerte crecimiento, explicó la empresa. La participación de las fibras especiales en las ventas totales aumentó al 72,3 por ciento.
A pesar del aumento de los costes de energía, materias primas y logística a lo largo del año, el Grupo también avanzó significativamente en términos de beneficios: los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) casi duplicaron los de 2020 en 362,9 millones de euros (+88,7 por ciento). Lenzing volvió así a la zona de beneficios. El resultado final fue un superávit de 127,7 millones de euros, después de haber tenido que contabilizar una pérdida de 10,6 millones de euros el año anterior.
A pesar de los numerosos desafíos e incertidumbres, el grupo tiene la intención de mejorar aún más sus ganancias en el año en curso: prevé que «el EBITDA estará muy por encima del nivel de 2021». Un nuevo jefe debería contribuir a esto: el miércoles, Lenzing anunció que Stephan Sielaff lideraría la compañía como CEO a partir del 1 de abril. Prinzhorn regresa al consejo de supervisión y presidirá el comité en el futuro.