El porcentaje de ninis que perciben la renta básica equivale al 15,5% de los beneficiarios de ayudas en el grupo de edad de 18 a 29 años (una audiencia de 395.600 personas). Así lo destaca el informe “La renta básica en relación con los trabajadores de bajos ingresos (working poor) y los jóvenes inactivos (NINI)”, realizado en el marco del proyecto de investigación Monitor Fase 4, fruto de la colaboración entre AreaStudi Legacoop y Prometheia. Los NINI se encuentran entre los potenciales perceptores de la renta básica, ya que entran en la categoría de “empleables”, al menos por parte de quienes han concluido el ciclo obligatorio de estudios.
Aplicando este porcentaje a las cifras oficiales se obtienen alrededor de 61.000 personas, un fenómeno de tamaño acotado, teniendo en cuenta en todo caso que estos NINI no son necesariamente quienes solicitan la medida, sino también componentes de núcleos beneficiarios. “El vínculo con la inserción laboral se fragiliza no solo por la falta de trabajo, no solo por alguna astucia individual, sino sobre todo por la fragilidad de ese sector fundamental que en las economías avanzadas son las políticas laborales activas, especialmente para los jóvenes”, observa. Mauro Lusetti, presidente de Legacoop.
Trabajadores mal pagados
En cuanto a los ocupados con un bajo nivel de remuneración, los llamados “working poor”, que se encuentran entre los potenciales beneficiarios de la Rdc, el informe destaca cómo existe un acalorado debate sobre el riesgo de que la combinación de contratos regulares y Rdc puede incentivar los acuerdos de trabajo no declarados. En este sentido, hay quien sugiere, además de endurecer los controles, elevar el umbral de ingresos para acceder al Rdc para desincentivar conductas ilegales.
Los recursos desplegados
Pero, ¿cuál fue la cantidad de recursos utilizados en la implementación de la medida y cuál fue el impacto de los ingresos del ciudadano en los trabajadores de bajos ingresos y los jóvenes, especialmente los inactivos? El informe destaca cómo los fondos destinados a la medida han ido creciendo a lo largo del tiempo, pasando de 3.900 millones de euros para los nueve meses de cobertura en 2019 a 8.800 millones en 2021 y 6.700 millones en los diez primeros meses de 2022, alcanzando aproximadamente a 1,7 millones de hogares cada uno año. En 2021, la renta/pensión de ciudadano alcanzó alrededor de 1,8 millones de hogares correspondientes a casi 4 millones de personas, mientras que en los primeros diez meses de 2022 las cifras fueron de 1,7 millones y 3,6 millones respectivamente. El importe medio ha ido creciendo con el tiempo, también gracias a los cambios realizados en el instrumento: pasó de 492 euros mensuales en 2019 a 551 euros en 2022. Si aislamos la renta básica de la pensión básica, en 2022 el valor medio de la renta del ciudadano por sí sola es de 581 euros al mes, frente a los 275 euros de la pensión del ciudadano.
Preponderancia de asalariados en el Sur y en las islas
En cuanto a la distribución territorial, es estable en el tiempo y muestra una fuerte preponderancia de perceptores en el Sur y en las islas: cerca del 65% se encuentran en esta zona geográfica donde se registra la mayor tasa de paro (y por tanto las rentas familiares más bajas) y un nivel general más bajo de salarios para quienes tienen un empleo, así como menos servicios de bienestar que permitan un equilibrio completo entre la vida laboral y personal. La mayor proporción de mujeres (52,8%) que de hombres (47,2%) refleja la brecha de género en los ingresos.