El accidente del piloto de Ferrari en el GP de Francia envía a su rival Verstappen a +63 en la clasificación. Y el recuento de oportunidades perdidas supera los 100 puntos. Pero con este F1-75 (y un poco de suerte) la remontada no es imposible
Primero el grito animal, lanzado por la radio unos instantes después del impacto contra el muro que acabó con el sueño de ganar el GP de Francia y roer más terreno al rival de Max Verstappen. Luego, con la cabeza fría, en el ruedo de las entrevistas, no un simple cálculo de las oportunidades desperdiciadas sino la lúcida aritmética de los puntos perdidos por sus errores: 32, como los 25 que quedaron ayer en las barreras de Paul Ricard sumados a los 7 de Imola cuando, por volver a montar en condiciones de precaria adherencia, perdió el control de su Ferrari resbalando del tercer al sexto lugar. Una suma algebraica elemental, la de Charles Leclerc, no compartida por Mattia Binotto tras la competición. Porque, en la F1, ni siquiera hay un recuento de las chances que se desperdician desde la escuela primaria y porque, como recordó el jefe del muro de Maranello, “se han perdido puntos de muchas otras formas y aún quedarán muchos por ganar”. . Una salida desde el 10 en la boleta de calificaciones del director del equipo, que animó a su campeón y al mismo tiempo reconoció la naturaleza de los errores cometidos hasta el momento.