Volar en el espacio aéreo ucraniano ha resultado extremadamente arriesgado desde el estallido de la guerra. Pregúntele a los familiares del general ruso Botashov cuyo avión fue derribado esta semana con un misil Stinger. El espacio aéreo de Ucrania está saturado con fuego antiaéreo de largo y corto alcance (Manpads), lo que resulta particularmente fatal para los helicópteros de ataque relativamente lentos.