Leao en un tiro alto, el primer gol con el 10 es una obra maestra: "Llevo tres años buscándolo…"

Rafa marcó a su manera el primer gol con el nuevo dorsal, provocando los aplausos de Pioli y de la afición presente en Roma. Tras la despedida de Tonali, él es el líder del vestuario

Francisco Pietralla

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El primer gol con el número 10 no pudo ser baladí. Rafael Leao aparece ante el Panteón de los Diez Rossoneri con la cabeza en alto, la mirada orgullosa y la sonrisa habitual, la de un chico que ahora se ha puesto parte de la fama de “discontinuo” para finalmente abrazar la del conductor. .

Aquí está la palabra clave. Leao se lleva los aplausos gracias a una chilena sombrero casi desde el suelo, manteniendo inmovilizado al defensor con astucia, coraje y fuerza. “Llevo tres años buscando un gol así”, reveló al final del partido, como un niño en un parque de atracciones. Mientras tanto, allá en el panteón, todos aplauden: Boban, Rui Costa, Seedorf, Boateng, Savicevic. Ahora el 10 está en buenas manos.

ceremonia de investidura

Leao derribó a la Roma con la actitud adecuada. Y tal vez él lo sabía. Antes de jugar le reveló a un amigo que nunca había marcado en el Olímpico. Él respondió que marcaría un doblete. Rafa respondió con “exactamente”. Quizás con una linda sonrisa. Al final marcó uno que cuenta dos. A la izquierda era imposible de marcar. En la primera parte falló al menos tres veces, en la segunda hizo lo mismo, luego aprovechó un bonito centro de Calabria para honrar mejor al número 10, un regalo que llegó tras su renovación con el Milán. Rafa lo buscó, lo quiso, lo arponeó y ahora lo disfruta. “Lo pedí, agradezco al club su confianza”. También lo confirmó al final del partido: “Saqué el 10 sin ninguna presión, sólo quería demostrar lo que siempre he hecho a lo largo de los años. Ahora me siento más responsable”. Y de hecho se nota. El año pasado marcó 16 goles en la temporada, 14 antes, siete hace tres años, seis cuando llegó. Una mejora continua.

liderazgo

Tras la despedida de Tonali pasó a ser el líder del vestuario. El que “daba la bienvenida” a las nuevas compras escribiendo frases motivadoras en las redes sociales y comentando todas las publicaciones. Sobre todo Okafor, un viejo amigo y ahora compañero de equipo. ¿El último ejemplo? Se confirma la convocatoria a la selección inglesa de Tomori, que ha regresado a las filas de Southgate después de más de un año. Rafa escribió en el antiguo Twitter, ahora X: “Fikayooooo”. Manifiesto de alguien que se preocupa primero por los demás y luego por sí mismo: “Siempre somos fuertes, cada año el club intenta fichar a los mejores jugadores. Los recién llegados han subido el nivel”. Como Pulisic, el hombro perfecto, el lateral derecho que juega inteligentemente en todo el campo. Rafa es ahora un homo novus, ya no alguien con la cabeza gacha, un andar apático, un carácter indolente. Pioli lo enderezó y luego lo convirtió en la estrella de su Milán. “Soy más responsable con o sin balón. Sé que con el balón entre los pies puedo marcar la diferencia, pero sin él tengo que defender mejor. Pioli me ayuda”. Todo Milán gracias.







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