Lautaro: "¡Cómo echaba de menos los goles y la victoria!". Y gracias super Barella

Toro volvió a desatar: “Inzaghi siempre me da confianza. Después del larguero pensé lo peor”. Los dos primeros goles llegaron gracias a un Nicolò redescubierto: “Venía de una época extraña…”

Edin Dzeko no se lo lleva, pero los focos se los llevan esta noche esos dos. Porque en el oscuro febrero del Inter, el bosnio había hecho lo suyo de todos modos, pero Lautaro Martínez y Nicolò Barella parecían desteñidos como vaqueros viejos. En cambio de golpe volvieron a arrastrar a un equipo que se ha desahogado contra la pobre Salernitana, redescubriendo además las ganas de divertirse y entretener.

toro salvaje

“Cuando vi el larguero -dice Lautaro al final de la carrera- dije ‘¡Todavía no es el día!’. Entonces mis compañeros fueron buenos para encontrarme en los movimientos. Agradezco a Barella y a todos los demás que siempre han estado “A mi lado en este período tan duro. Cuando no marco me voy a casa triste, cuánto he echado de menos los goles y la victoria. Siempre intento dar lo mejor de mí, cuando no puedo no descanso. Críticas “Son parte del juego. Cuando las cosas no salen bien, tenemos que estar unidos. Inzaghi siempre me da confianza. A nivel personal he vivido un momento difícil porque el delantero vive para el gol, el equipo necesita esto. Salí a la cancha con muchas ganas y coraje, un período importante para el Inter y hoy tuvimos que demostrar muchas cosas. Habíamos perdido un poco de picardía y personalidad, hoy jugamos bien. Dedico el goles a mi hija Nina que acaba de cumplir un año”. Y hace poco más de un año Lautaro marcó (en el Crotone) el único hat-trick de los nerazzurri. Con el de esta noche sube a 51 goles en Liga, ese gol que le faltaba desde el 17 de diciembre ante el Salernitana y que se estaba convirtiendo en una pesadilla también para el Inter, seco desde el 425′ pese a 58 conclusiones tras el gol de Dzeko en Nápoles el 12 de febrero

el verdadero nico

Si Lautaro en el último mes había corrido vacío frente a la portería luciendo en buenas condiciones atléticas, la verdadera sorpresa de la noche fue Barella. Sí, en lanzamientos recientes también parecía agotado de energía, con sus oponentes chillando como siempre lo había hecho. De repente vuelve un iradiddio, tarantulado en la recuperación de balón, en las arrebatas y también en las asistencias. Porque además de los dos brillantes de los primeros goles, el Toro tuvo al menos otras tantas asistencias. “Venía de un período extraño en el que, además de no girar las piernas, no recibía apuestas – dice Nicolò -. No tenía que responder a las críticas, esas son parte del juego. Ahora estoy feliz de “He ayudado a mis compañeros, por la victoria. El campeonato está muy abierto, pensemos en nosotros y en que hemos vuelto a encontrar nuestro juego. Lamento no estar en Liverpool. Será un gran partido y Vidal, que Fue uno de los mejores en la ida, me va a reemplazar de gran manera”.



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