Las ventas minoristas alemanas cayeron a la mayor tasa anual desde que comenzaron los registros en 1994, lo que destaca la escala de los desafíos económicos que enfrenta la economía más grande de la eurozona.
Los volúmenes de ventas minoristas cayeron un 8,8 por ciento en junio en comparación con el mismo mes del año pasado, según mostraron el lunes los datos de Destatis, la oficina alemana de estadísticas nacionales.
Claus Vistesen, economista jefe de la eurozona en Pantheon Macroeconomics, dijo que las cifras eran «miserables» y se debían principalmente al impacto de los precios altísimos en el gasto de los consumidores. La inflación en Alemania se encuentra en un máximo de varias décadas del 8,5 por ciento.
La caída de las ventas minoristas sigue a la noticia del viernes de que el crecimiento económico alemán se estancó entre el primer y el segundo trimestre, y a las cifras que muestran que la confianza de las empresas y los consumidores se encuentra ahora en su nivel más bajo desde los primeros meses de la pandemia.
Si bien la economía de la eurozona en su conjunto creció un 0,7 por ciento entre el primer y el segundo trimestre, los analistas esperan cada vez más que la región entre en recesión en los próximos meses debido al impacto de la invasión a gran escala de Rusia de Ucrania en los mercados energéticos y la confianza.
Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence, dijo que la actividad manufacturera en Alemania y en otros lugares se estaba «hundiendo en una recesión cada vez más pronunciada, lo que aumenta los riesgos de recesión de la región».
Los índices de gerentes de compras para la industria manufacturera de la eurozona, que también se dieron a conocer el lunes, mostraron que la actividad de las fábricas ahora se estaba deslizando en la eurozona.
El PMI global de S&P para la fabricación alemana cayó por debajo del nivel crucial de 50, que separa una expansión de la actividad de una contracción, por primera vez en dos años.
En toda la región, los nuevos pedidos cayeron, una señal de que es probable que las condiciones sigan siendo difíciles en los próximos meses. El mayor riesgo que enfrenta la región es que las tensiones con Moscú empeoren, lo que provocaría que Rusia reduzca, o detenga, los flujos de gas a la UE. Los economistas creen que esto desencadenaría una gran recesión en todo el bloque.
Si bien los volúmenes de ventas minoristas alemanes cayeron significativamente, los consumidores redujeron su gasto general en una cantidad mucho menor, una caída anual de solo el 0,8 por ciento, debido al impacto de la inflación en el poder adquisitivo.
Las cifras del lunes decepcionaron a los inversores, con una caída del 1,6 por ciento en los volúmenes de ventas entre mayo y junio, mucho peor que el pronóstico de expansión del 0,2 por ciento de los economistas encuestados por Reuters.
La caída en el gasto minorista también refleja un cambio en el gasto de regreso a los servicios, no incluidos en las ventas minoristas, luego del auge en la demanda de bienes que ocurrió durante los primeros trimestres de la pandemia de coronavirus, cuando los restaurantes, bares y lugares de entretenimiento a menudo estaban cerrados.
Vistesen señaló que la disminución de las ventas minoristas podría conducir a una revisión a la baja de la cifra de la semana pasada del producto interno bruto alemán, que era una estimación rápida y, a menudo, está sujeta a cambios.
Los datos de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Comisión Europea, también publicados el lunes, mostraron que en junio el número de desempleados aumentó en la eurozona por primera vez en 14 meses.
Si bien el mercado laboral de la región sigue siendo un punto relativamente brillante y la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en un mínimo histórico del 6,6 por ciento, la cifra absoluta de personas que buscan trabajo aumentó en 25.000 a casi 11 millones.