Las ventas y las ganancias de Heineken aumentaron en la primera mitad del año, ya que los consumidores bebieron más a pesar de que la compañía subió los precios.
La cervecera holandesa dijo que los ingresos aumentaron un 37 por ciento a 16.400 millones de euros en los seis meses hasta julio, en comparación con el año anterior marcado por el cierre.
Las ganancias operativas alcanzaron los 2.100 millones de euros, un aumento del 20 por ciento, que según la compañía fue impulsado por “acciones de recuperación de volumen, fijación de precios y gestión de ingresos”.
Heineken no reveló cuánto había aumentado los precios por unidad, aunque su “combinación de precios”, una medida que incluye el impacto de los consumidores que eligen productos más caros, aumentó un 15,3 por ciento año tras año.
La compañía dijo que, en comparación con el año anterior a la pandemia de 2019, el volumen de bebidas vendidas aumentó un 0,8 %, con ingresos netos un 14 % más altos, en parte debido a los “precios impulsados por la inflación”.
Dolf van den Brink, director ejecutivo y presidente, dijo que la compañía se había beneficiado de que la gente en Europa regresara a los bares con una “demanda resistente hasta ahora a pesar de las crecientes presiones inflacionarias sobre los ingresos disponibles de los consumidores”.
Pero agregó que Heineken enfrentaba “una perspectiva incierta tanto para los consumidores como para las empresas”.