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Las autoridades polacas reconocieron esta semana que no lograron detener a un hombre ucraniano buscado por Alemania bajo sospecha de haber volado los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022.
Las explosiones fueron un misterio durante mucho tiempo, con Rusia y Occidente culpándose mutuamente por el incidente, que ocurrió unos meses después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Vladimir Putin.
Pero los detalles de la investigación alemana ayudan a explicar quién podría haber estado detrás de uno de los casos de sabotaje más espectaculares de la historia europea reciente.
¿Qué pasó en los ataques al Nord Stream?
Tanto Nord Stream 1 como Nord Stream 2 conectaban Alemania directamente con Rusia a través del mar Báltico, evitando Polonia y Ucrania. Los gasoductos paralelos se rompieron tras una serie de explosiones que ocurrieron el 26 de septiembre de 2022 cerca de la isla danesa de Bornholm.
Las explosiones provocaron fugas en tres de los cuatro gasoductos de Nord Stream que fueron tan potentes que fueron detectadas por monitores sísmicos en Suecia, y dieron lugar a la formación de enormes manchas de burbujas de gas en la superficie del mar Báltico.
El incidente desencadenó inmediatamente un complejo juego de culpas, en el que Rusia, Estados Unidos y Ucrania fueron señalados como posibles culpables.
¿Qué descubrieron los investigadores?
Hubo teorías contradictorias sobre quién fue responsable de los ataques.
Se cree que las investigaciones en Suecia y Dinamarca se centraron en los movimientos sospechosos de buques militares rusos en la zona antes de las explosiones. Sin embargo, al final, los suecos y los daneses desistieron de la causa, alegando que carecían de pruebas suficientes para acusar a nadie.
Pero para las autoridades alemanas, todas las pruebas apuntaban a Ucrania. La CIA había advertido en el verano de 2022 que un grupo de saboteadores ucranianos planeaba hacer estallar los oleoductos utilizando un velero alquilado y buzos.
En los meses posteriores a las explosiones, los investigadores lograron un gran avance: encontraron en el noreste de Alemania un yate de 15 metros de largo, el Andromeda, que había sido alquilado en la época de las explosiones.
Los testigos habían visto a cinco hombres y una mujer a bordo del barco. Cuando los agentes lo inspeccionaron, encontraron restos del explosivo octógeno, que puede utilizarse bajo el agua.
¿Cuando actuaron las autoridades?
En junio, las autoridades alemanas emitieron una orden de arresto contra un ciudadano ucraniano de 44 años residente en Polonia. Las autoridades polacas lo identificaron como Volodymyr Z, pero el periódico sueco Expressen lo identificó como Volodymyr Zhuravlov, un instructor de buceo que vive en la ciudad polaca de Pruszków.
Se le sospechaba de “sabotaje anticonstitucional y de provocar una explosión”.
El hombre trabajaba en una escuela de buceo dirigida por una pareja de Kiev que, según los investigadores alemanes, también es sospechosa de estar implicada en las explosiones.
¿Qué delató a Zhuravlov?
Según una investigación conjunta de los medios de comunicación alemanes, incluida la cadena pública ARD, una pista clave la proporcionó el conductor de una furgoneta blanca que fue captada por un radar de control de velocidad en la isla de Rügen, frente a la costa noreste de Alemania.
La camioneta habría sido utilizada para transportar equipos de buceo que luego fueron utilizados en el ataque submarino.
Su conductor identificó a Zhuravlov como uno de los pasajeros. Se cree que es la persona que está sentada junto al conductor en la foto de la cámara de velocidad.
¿Por qué no lo arrestaron inmediatamente?
Alemania envió su orden de arresto europea contra Zhuravlov a las autoridades polacas en junio, pero no lo detuvieron.
En cambio, logró cruzar la frontera de Polonia a Ucrania a principios de julio, según una portavoz de la fiscalía polaca, que añadió que no figuraba como “persona buscada” en la base de datos pertinente.
Sin embargo, los medios de comunicación indicaron que Varsovia ha mostrado poco interés en llevar a los culpables ante la justicia y ha puesto en duda las pistas proporcionadas por la policía alemana que apuntan a Ucrania. Polonia, así como los estados bálticos, se han opuesto abiertamente al proyecto Nord Stream, que se considera un complot del Kremlin para profundizar la dependencia de Europa del gas ruso.
¿El gas ruso ha seguido fluyendo hacia Europa desde el sabotaje?
Antes de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, este país representaba el 46 por ciento de las importaciones de gas de la UE.
Esa cifra se redujo al 16 por ciento el año pasado, cuando los gobiernos de la UE (con excepción de Hungría, Austria y Eslovaquia) se esforzaron por dejar de depender del gas ruso y encontrar proveedores alternativos.
Si bien las importaciones rusas a través de gasoductos cayeron, la UE continuó importando gas natural licuado de Rusia, aunque Estados Unidos es ahora el principal proveedor de GNL del continente.
En mayo, los envíos de gas y GNL transportados por Rusia representaron el 15 por ciento del suministro total a la UE, el Reino Unido, Suiza, Serbia, Bosnia y Herzegovina y Macedonia del Norte, según datos del ICIS.
Información adicional de Richard Milne
Visualización de datos por Cleve Jones