China planea bloquear la adquisición de VMWare por parte de Broadcom. Esta decisión se produciría poco después de que Washington reforzara las normas destinadas a bloquear el acceso chino a los semiconductores desde…
China planea bloquear la adquisición de VMWare por parte de Broadcom. Esta decisión se produciría poco después de que Washington reforzara las normas destinadas a bloquear el acceso chino a semiconductores de alto rendimiento.
China corre el riesgo de arruinar la fiesta
Anunciada en mayo de 2022, esta adquisición por 69.000 millones de dólares permitiría al diseñador de chips hacerse con el especialista en computación en la nube para diversificar sus actividades. La operación fue rápidamente examinada por los reguladores dada su escala. El Reino Unido y luego la Unión Europea finalmente dieron luz verde, imponiendo ciertas condiciones a Broadcom.
La empresa asegura ahora que no existe ningún obstáculo legal para la conclusión de la operación en Estados Unidos. Ha recibido autorizaciones regulatorias en nueve jurisdicciones y está avanzando en sus esfuerzos en todo el mundo, lo que debería permitirle completar la adquisición ya el 30 de octubre, estima.
Sin embargo, China podría venir y arruinar la fiesta. De acuerdo a Tiempos financieros, la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China aún no ha aprobado la transacción y es probable que retrase la aprobación de la misma. El regulador chino rara vez bloquea formalmente las fusiones y prefiere prolongar el proceso de revisión repetidamente hasta que las partes pierden la paciencia y se dan por vencidas.
Intel corrió la misma suerte a principios de este año
Esta posición de Pekín podría constituir una respuesta directa a la administración Biden, que acaba de introducir controles más estrictos a la exportación de semiconductores a China. Las aprobaciones del Imperio Miliau de fusiones y adquisiciones de empresas estadounidenses ahora requieren consultas adicionales con el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Consejo de Estado, lo que refleja la importancia geopolítica del tema.
El país está siguiendo de cerca las transacciones que involucran a los fabricantes de chips, y los semiconductores son los únicos que cristalizan la guerra comercial en la que está involucrado con Estados Unidos. A principios de este año, Intel abandonó su plan de comprar Tower Semiconductor después de que expiró su acuerdo porque China no dio su aprobación.
Si Beijing frustra la adquisición, sería la segunda vez en cinco años que Broadcom ve sus ambiciones obstaculizadas por las tensiones entre Estados Unidos y China. En 2018, Donald Trump bloqueó la oferta de Broadcom de 142.000 millones de dólares para comprar Qualcomm. En ese momento, Broadcom tenía su sede en Singapur, lo que preocupaba a los reguladores por la cuestión de la seguridad nacional.