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“No me engañó físicamente, pero descubrí que tenía adicción al porno y que había estado comprando contenido de mujeres con las que iba a la escuela. Fue devastador. Lloré como llorarías por la muerte de un familiar cercano. Habíamos tenido un día perfecto el día antes de que me enterara. Pensé que nuestra relación era perfecta: él siempre era amable, tranquilizador y paciente. Nunca discutimos. Cuando empezamos a salir, dejaba de seguir a chicas que no conocía en Instagram, comentaba todas mis publicaciones y les daba me gusta. Incluso se tatuó mi nombre en el cuello (idea suya). Yo creía firmemente que no miraba a otras mujeres, y mucho menos tenía un problema con el porno. El único problema en nuestra relación del que yo era consciente era nuestra vida sexual, pero lo atribuí a que él tenía un menor impulso sexual que yo”.
“Cuando me enteré, él no lo negó, asumió toda la responsabilidad. Dijo que iría a terapia, que compraría un teléfono plegable y que tendrían una cuenta bancaria conjunta. Yo quería romper con él, pero ¿cómo puedes pasar de estar tan feliz un día a estar devastada y luego ser traicionada al día siguiente? Ha sido lo más difícil por lo que he tenido que pasar en mi vida.
Han pasado nueve meses desde que me enteré y, que yo sepa, ha tenido una “recaída”. Los dos vamos a reuniones de Narcóticos Anónimos y tenemos patrocinadores (además de dejar la pornografía, decidí que ambos debíamos dejar de fumar marihuana y beber).
Ahora hacemos terapia de pareja y yo hago terapia en solitario y NA, como dije. Sorprendentemente, siento que nuestra relación ha mejorado en muchos sentidos. Ahora sabemos todo el uno del otro (lo bueno y lo malo). A veces todavía pienso que soy una mujer “débil” por quedarme, pero la verdad es que soy muy fuerte. Es más difícil quedarse que irse.
Cuando investigas sobre la adicción a la pornografía y la vergüenza que la rodea, resulta de gran ayuda. Nunca lo he visto como un problema de no ser suficiente porque sé que lo soy. Su adicción a la pornografía no tiene nada que ver conmigo. No puedo evitar mirar a su niño interior y creer que es capaz de cambiar.
Su deseo de cambiar es lo más importante. Al principio, no reconocía lo problemático que era todo, pero ha avanzado mucho. La mayoría de los hombres dirían: “Todos lo hacen, eres insegura, ¿por qué revisaste mi teléfono?”, etc., pero él no lo hizo. Dijo: “Buscaré ayuda”.