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«Mi pareja y yo éramos novios en la escuela secundaria. Nos casamos cuando teníamos 19 años, tuvimos dos hijos y, después de un matrimonio desafiante de 10 años lleno de altibajos, nos divorciamos. Durante nuestro tiempo separados, fuimos geniales -padres, ambos salíamos con otras personas, y después de dos años separados… la vida nos volvió a unir. Empezamos a hacer más cosas juntos con nuestros hijos, disfrutando de la compañía del otro, y un día, me pidió que fuera su cita para la boda de su mejor amigo. Hemos estado juntos desde entonces».
«Hemos vuelto a estar juntos durante tres años, y esta relación es completamente diferente, ¡MEJOR! Aunque esta segunda vez no ha sido perfecta de ninguna manera, ambos hemos crecido mucho, y nuestro tiempo separados definitivamente nos dio perspectiva Hemos estado trabajando duro en nuestra relación y ahora somos más felices que nunca. Ambos estamos de acuerdo en que aunque pasar por el divorcio apestó, también fue muy necesario, y no seríamos quienes somos hoy, tanto como individuos como pareja, si no hubiéramos pasado por eso. Entonces, llamamos al divorcio nuestro ‘blip’, y hasta el día de hoy, nos reímos de las reacciones de sorpresa y confusión de las personas cuando les decimos que en realidad estamos divorciados».
—Anónimo, California