Una conferencia de mesa redonda a principios de este año dio como resultado un plan de 10 puntos para garantizar una mayor seguridad para los conductores e inspectores. Uno de esos puntos de acción es el despliegue acelerado de los puestos de control de seguridad en los autobuses. De Lijn inició un proyecto piloto el año pasado para proporcionar una estación de conductor más cerrada en los vehículos existentes. Mientras tanto, ese proyecto se está implementando en todos los autobuses bajo su propia gestión, según De Lijn.
El primer lote de 400 pantallas será entregado por el proveedor a partir de finales de agosto. “En septiembre, De Lijn comenzará a instalar esas pantallas en los autobuses. Se amplía así el número de vehículos con puesto de conducción de seguridad. De todos modos, los vehículos nuevos ya están equipados con puestos de conducción protegidos”, dijo la ministra flamenca de Movilidad, Lydia Peeters (Open VLD).
El plan de acción también prevé más inspectores de transporte público. “En Hasselt, por ejemplo, dos empleados comenzarán como inspectores en octubre, un tercero está programado para enero. Además, De Lijn seguirá centrándose en la contratación de inspectores adicionales. En los próximos meses se llevará a cabo un extenso procedimiento de contratación”, señala Ann Schoubs, directora general de De Lijn.
La violencia verbal y física contra el personal de De Lijn ha sido un problema durante algún tiempo. En 2022, la empresa tuvo 338 actos de agresión física contra conductores e inspectores. Además del sufrimiento y la incapacidad laboral, esto a menudo provoca acciones por parte del personal descontento y los sindicatos.
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