Las investigaciones muestran que los machos jóvenes de orca no son muy capaces de cuidar de sí mismos. Mientras que las crías femeninas se vuelven independientes cuando llegan a la edad adulta, los machos siguen dependiendo de la madre durante mucho tiempo. Por lo tanto, reclaman una gran parte de su comida.
Las madres necesitan mucha energía para alimentar a sus hijos, lo que pone en peligro su salud. Como resultado, son menos capaces de reproducirse y criar a otros jóvenes. Por lo tanto, nacen menos terneros y el cuidado de posibles hijas se pone en un segundo plano.
Un embarazo dura unos dieciocho meses y una orca normalmente solo da a luz una cría cada tres o cinco años. Pero por cada hijo vivo, la posibilidad de que una madre críe otro ternero se reduce a la mitad.
Se necesitan más hijas para mantener la población
Los hijos tienen mayores posibilidades de supervivencia cuando su madre está cerca. Además, parece que se vuelven más fuertes y más grandes, por lo que tienen más posibilidades de reproducirse.
Solo quedan 73 animales de la especie de orca investigada. Según los investigadores, realmente se necesita producir más hijas para mantener la población.
Los resultados ofrecen un poco más de información sobre las especies animales especiales. Según los investigadores, es importante que entendamos cómo sobreviven las orcas. El animal, que puede crecer hasta 10 metros de largo, está amenazado por la caza de ballenas y el cambio climático, entre otras cosas.