Los futbolistas holandeses han perdido su primera oportunidad de conseguir una entrada para los Juegos Olímpicos. España, campeona del mundo, fue claramente superior en el gran Estadio Olímpico de Sevilla, aunque no completamente lleno, y ganó la semifinal de la Liga de las Naciones por 3-0. Con dos goles antes del descanso, el equipo local sentó las bases para la victoria, que se tradujo en un lugar para la final del nuevo torneo nacional y un billete para los Juegos.
Gracias a la victoria de Francia, ya clasificada, sobre Alemania (2-1), la selección holandesa tendrá una última oportunidad de clasificarse para los Juegos en la final de consolación en Heerenveen contra los alemanes el miércoles.
Para la selección holandesa, el partido de Sevilla fue una oportunidad de revancha. En la búsqueda del título mundial, España puso fin a la aventura mundialista de la selección holandesa en cuartos de final tras la prórroga (2-1) el verano pasado. El seleccionador nacional Andries Jonker no pudo contar con las habituales Jill Roord y Victoria Pelova debido a lesiones. La delantera Vivianne Miedema volvió a tener su primera titularidad desde su lesión del ligamento cruzado.
Iniciativa para España
Al igual que hace seis meses, España tuvo la iniciativa. Sin embargo, la primera gran oportunidad la tuvo Esmee Brugts. Tras un centro desde la derecha, la defensora lateral no pudo meter el pie detrás del balón. Luego le llegó el turno a Salma Paralluelo, compañera de Brugts en el FC Barcelona, en el otro lado. La autora del gol de la victoria en el encuentro anterior volvió a ser una plaga para la defensa holandesa con su velocidad, pero falló varias veces en una posición prometedora.
Después de un disparo peligroso de Lineth Beerensteyn, España volvió a tener las mayores oportunidades. Eso terminó bien para el equipo holandés, hasta que Jennifer Hermoso, precisamente, aprovechó una débil intervención de la defensa holandesa con un slider raso en el minuto 41.
Fue el segundo gol de la centrocampista de 33 años desde su regreso a la selección española. Hermoso recibió un beso en la boca del presidente de la federación, Luis Rubiales, durante la ceremonia posterior a la final del Mundial y posteriormente decidió saltarse los primeros partidos internacionales. El incidente causó mucho revuelo.
Antes del descanso, las banderas españolas de los más de 21.000 espectadores volvieron a ondear. La centrocampista Aitana Bonmatí estuvo muy alerta tras un centro de Mariona Caldentey y duplicó la ventaja.
España se lo tomó mucho más tranquilo en la segunda parte. Sin embargo, sin el sustituido Miedema, el equipo holandés creó pocas ocasiones. Ona Batlle puso el 3-0 en la fase final.
(AP)