Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de Irán recientemente comenzaron a monitorear el uso obligatorio de un pañuelo en la cabeza mediante vigilancia por video. Estos controles se intensificarán aún más.
Después de la última ola de protestas en el país el otoño pasado, muchas mujeres han indicado que se niegan a cubrirse la cabeza. Especialmente en las ciudades más grandes, las mujeres protestaron contra la obligación.
En los últimos meses, las violaciones de la regla se han hecho de la vista gorda, y la notoria policía antivicio, que durante mucho tiempo hizo cumplir la prohibición del velo, casi ha desaparecido de las calles. Sin embargo, esto fue criticado por clérigos y políticos, que quieren un cumplimiento más estricto de la legislación sobre vestimenta por parte del gobierno.
Las protestas del año pasado se desencadenaron por la muerte de una joven kurda en una celda de la policía, Mahsa Amini, tras ser detenida por la brigada contra el vicio. La dura represión de las protestas dejó al menos 500 muertos.
Anteriormente ya estaba en las noticias que Irán instaló cámaras para rastrear y enjuiciar a las mujeres sin velo. Hace unos días salió a la luz que más de 150 empresas tuvieron que cerrar sus puertas en 24 horas porque estaban trabajando mujeres que no usaban hiyab. Se trataba de 137 tiendas y 38 restaurantes. Las mujeres sin velo tampoco son bienvenidas en los subterráneos iraníes.