Las librerías independientes necesitan fondos para competir e innovar


Cien millones de facturación perdida. Es en esta estimación donde se percibe la preocupación de la red de librerías independientes (3.706 en Italia, 59,3% empresas individuales, con más de 11.000 empleados) por el desempeño económico y de la confianza en 2024. La menor recaudación esperada se debe, en parte , a la disminución de los ingresos generados por las nuevas tarjetas Cultura Joven y Mérito – que sustituyeron a la App18, reduciendo el grupo de posibles beneficiarios – y a la falta del fondo para bibliotecas.

La presentación a principios de agosto del Observatorio de las Librerías, comisariada por Ali (asociaciones de libreros italianos) y Format Research sobre los datos del segundo semestre de 2023, es una oportunidad para recorrer los últimos años de transformación del sector. Desde la llamada ley Levi (L. 128/2011), que hasta principios de 2020 permitía un descuento del 15% sobre el precio de cobertura, hasta la nueva ley de lectura (L. 15/2020) que elevó el nivel de descuento al 5%, «asimilando a Italia a los grandes mercados europeos del libro, Francia y Alemania», comenta Paolo Ambrosini, presidente de Ali-Confcommercio. «De esta manera, las librerías pudieron centrar su trabajo ya no en el precio, que en Italia lo define el editor o el importador, sino en la promoción del contenido del producto».

El presidente Ali recuerda las medidas introducidas y reforzadas durante la pandemia, que favorecieron al sector. Como el crédito fiscal, que permitió a casi toda la red acceder a un importante descuento en algunos gastos fijos de gestión, incluido el alquiler, la primera partida de gasto pesado, especialmente en los centros históricos. «El ahorro fiscal ha permitido a muchas librerías modernizar sus espacios, teniendo además más recursos para invertir en la renovación de los sistemas de iluminación, desde halógenos hasta LED», añade Ambrosini.

Otra medida útil -tampoco refinanciada con la última ley presupuestaria- fue el fondo bibliotecario que, a lo largo de los años de su aplicación, permitió a las bibliotecas públicas de lectura obtener fondos para gastar en la red comercial de librerías de la zona para poder remodelar sus oferta.

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Según los datos del Observatorio, son precisamente estas medidas las que han evitado el cierre de muchas empresas (60% de los entrevistados), han permitido el acceso a nuevos clientes (42,9%) y la realización de inversiones que de otro modo serían imposibles (28,1 %). Destaca sobre todo la Carta del Profesor-Carta 18App, de la que se beneficiaron el 86,1% de las librerías entrevistadas, seguida del suministro de libros a bibliotecas (76,3%) y los créditos fiscales (66,5%).



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