Si no se hace nada, la jirafa salvaje podría acabar pronto. Al respecto lo advierten investigadores de la prestigiosa Fundación para la Conservación de la Jirafa de Namibia.
No hay niño que no sepa qué es una jirafa. Todo el mundo conoce a este majestuoso animal que se mece con gracia sobre las sabanas como un clásico tres maestros. En Nairobi, la capital de Kenia, incluso es posible besar jirafas. Sin embargo, la jirafa está en grave peligro. Según investigadores de la Giraffe Conservation Foundation (GCF) en Namibia, sólo quedan 117.000 especímenes, frente al millón que había en el siglo XIX.
“La disminución se debe a una epidemia masiva de peste bovina”, explica Stephany Fennesy, directora del GCF. “Y en los últimos 35 años se debe a la reducción del hábitat debido a la ocupación humana”.
Un estudio internacional reciente encargado por el GCF mapeó esta disminución. Investigaciones anteriores del GCF también muestran que hay cuatro especies de jirafas en lugar de una. Sin embargo, estas especies recién descubiertas no parecen querer cruzarse en la naturaleza. Este es el fenómeno del “aislamiento reproductivo”, que evolutivamente se cree que existe para mantener puras las especies. Las jirafas son exigentes a la hora de elegir pareja y sólo se aparean con los de su propia especie. Esto limita la capacidad de producir descendencia.
Silenciosamente
Además, la espectacular disminución del número de jirafas se está produciendo casi en silencio. “Una jirafa llama menos la atención”, suspira Fennesy. “No hay caza furtiva de jirafas a gran escala y todo el mundo pensaba que a los animales les iba bien porque destacaban en los parques safari”. Esto permitió que el número de jirafas disminuyera silenciosamente. Fennesy: “Ahora queda una jirafa en comparación con cuatro elefantes. Es hora de prestar atención también a las jirafas”.
Fennesy y GCF han iniciado un lobby con importantes instituciones para clasificar a la jirafa como una especie en peligro crítico de extinción, de modo que se pueda disponer de dinero para programas de conservación.