Durante la persecución, los traficantes deciden adentrarse en la bahía de un centro vacacional de Mallorca con su lancha rápida. Aterrizan en la playa del resort con su lancha rápida e intentan escapar de la policía a pie entre los turistas, pero sin éxito. El trío es detenido y pueden incautarse unos 1.200 kilogramos de hachís.