Las gasolineras: “Barro encima, huelga el 25 y 26 de enero”


«Para acabar con esta “ola de barro” contra una categoría de trabajadores honestos y tratar de restaurar la verdad, las asociaciones de empresarios, en conjunto, han tomado la decisión de proclamar el estado de agitación de la categoría, a través de la red; lanzar una campaña de contrainformación sobre las plantas y proclamar, para los días 25 y 26 de enero de 2023, una primera huelga, con guarnición al mando de Montecitorio”. Esto se puede leer en una nota de Faib-Confesercenti, Fegica, Figisc-Confcommercio.

Reacciones a la medida de emergencia

Crece la polémica por las medidas adoptadas ayer por el Gobierno para promover la transparencia, con los directivos de las estaciones de servicio en las barricadas. Los consumidores están satisfechos a medias porque, por un lado, agradecen la petición de una mayor claridad en las listas de precios de los combustibles, pero por otro, piden que se actúe aguas arriba, en la formación de precios. Y el viernes presentarán sus propuestas en una reunión con el ministro de Empresa y Made in Italy (Mimit) Adolfo Urso, también sobre la base del texto real del decreto.

Tendencia de precios a la baja

Tras los descensos registrados el martes, la bajada del verde y el diésel continuó para Staffetta Quotidiana que indica en particular un céntimo menos por parte de Eni, Tamoil y Q8. Según la elaboración de los precios comunicados por los operadores al Observatorio Mimit sobre unas 15 mil plantas, la gasolina de autoservicio se sitúa en 1.820 euros el litro y el gasóleo en 1.876 euros. El verde servido está a 1.961 euros el litro y el gasóleo a 2.016 euros. En autovía, la gasolina en autoservicio viaja a 1.909 euros el litro (2.165 servidos) y el gasóleo a 1.959 euros el litro (2.215 servidos). “Veremos la traducción a un estándar, pero los anuncios no contienen nada que tenga un efecto sobre los precios”, comentó el presidente de Fegica (Federación Italiana de Combustibles y Gerentes Similares), Roberto Di Vincenzo, señalando que “los impuestos especiales permanecen entre los más altos del mundo, mientras los especuladores y criminales internacionales que roban 13 mil millones de euros cada año del tesoro italiano permanecen a salvo”.



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